Esta tarde vamos a conocer juntos a la estrella menos visibles de esa joya de Disney que es «La Bella y la Bestia».
Hoy vamos a charlar con Dan Stevens: la Bestia, el actor atrapado en el animal...
Daniel Jonathan «Dan» Stevens (Croydon, Surrey, Londres, Inglaterra, 10 de octubre de 1982)
¿Qué fue lo que principalmente te atrajo de este papel? Era un reto muy importante para mí y para mi carrera profesional, convertirme en uno de los personajes más importante de la historia del cine y, sobre todo, convertirlo en “humano”. Por otra parte, me atraía muchísimo la historia de la que hablamos y los actores con los que iba a compartir esta experiencia (mi mujer y mis hijos también estaban especialmente emocionados). También me gustaba que la película fuse una mezcla entre realidad y animación. Por supuesto trabajamos con cromas e imágenes generadas por ordenador, pero la realidad se interpuso notablemente. Era un adolescente cuando la película de animación llegó al cine y recuerdo lo importante que fue y la forma en que se popularizó y todo el mundo hablaba de ella, así que fue especialmente divertido para mí pensar en todos los aspectos que podría interpretar gracias a mi personaje.
¿Cómo fue volver a trabajar con el director Bill Condon? Bill es un director excepcional y, especialmente, es un experto en los musicales, así que fue una experiencia increíble. Ya había trabajado con él antes así que ya conocía su estilo a la hora de trabajar y, además, pude revisar el guion bastante antes de lo normal, lo que me permitió darle mi toque a la Bestia, convirtiéndole en algo más humano. Queríamos hacer que realmente pareciese un hombre atrapado en un animal.
Háblanos sobre tu personaje. ¿En qué se diferencia de la Bestia de la película animada? Una de las diferencias más grandes es que, en la película animada, no ves a la Bestia hasta que se ha transformado. Ves una imagen distorsionada a través de un espejo, pero ese no es realmente él. En la película, podemos verle en el baile de los debutantes y, algo que queríamos hacer ver Bill y yo era su carácter petulante y altivo de niño mimado, que le hace llegar a convertirse en lo que más tarde será. Esta escena es especialmente importante, porque permite que el público vea por qué ha llegado hasta ese punto y que no solo es por rechazar una rosa, sino por todo este comportamiento que puede observarse. Hay algo psicológico sobre qué hace que un bestia sea una bestia. Vi películas como Rompe Ralph o Ciudadano Kane para inspirarme.
Háblanos sobre los efectos especiales de la película. También hicimos algo que nunca antes había hecho al rodar una película. Hablo de la tecnología de captura facial, que está totalmente diferenciada de la captura corporal y que, además, te obliga a pensar en escenas que ya has grabado, gesticulando de nuevo para ellas, sin mover el cuerpo. La escena del baile, la tuve que interpretar únicamente con la cara y fue, desde luego, un reto enorme. Por otra parte, tuve la oportunidad de conocer al resto de los actores muy pronto, lo que me ayudó a desarrollar mi papel en la película.
¿Cómo fue trabajar con Emma Watson (Bella)? Es una chica genial. Teníamos una relación fantástica y yo estaba especialmente interesado en calibrar a mi Bestia y desarrollarla de acuerdo a la Bella que Emma quería interpretar, por lo que pasamos mucho tiempo juntos hablando sobre todo esto (feminidad, masculinidad, hombres, mujere, el bien, el mal… sobre opuestos). Intentamos trabajar todo esto y nos acabamos dando cuenta de que el cuento no trata sobre una bestia y una chica bonita, sino sobre el bien y el mal que cada uno tenemos dentro de nosotros mismos y, sobre todo, trata sobre cómo lidiar con cada uno de estos aspectos del ser humano. Es una chica muy interesante y está intelectualmente muy comprometida con el cuento, lo que hace que esta historia haya sido mucho más especial aún.
¿Puedes contarnos algo sobre la increible música de la película? Trabajar con Alan Menken (músico) fue una experiencia inigualable. Es gracioso porque La Bella y La Bestia es una de esas canciones que logran colarse en mi cabeza cuando menos me lo espero, así que ha sido realmente increíble pasar tanto tiempo “junto a ella”. Alan es un hombre tremendamente divertido y, cada una de las ideas que salían de su boca hacían que pareciese que trabajábamos en Broadway.
Además, Adan escribió una nueva canción para mi personake “Evermore”, que espero que guste mucho a la gente.
¿Tuvisteis que ensayar durante mucho tiempo? Tuvimos un par de meses de lo que yo llamaría “campamento musical”. Cantábamos, bailábamos y entrenábamos todos los días. Sólo entrenar para las escenas en las que interpretaba al Príncipe ya era agotador, pero Bill llevaba razón en que el príncipe tenía que bailar excepcionalmente bien por lo que lo trabajé muchísimo. Anthony Van Laast, el coreógrafo, y su equipo eran maravillosos.
¿Puedes comentarnos algo acerca de la producción de la película? Sarah Greenwood y su departamente han hecho un trabajo alucinante. Todos los conjuntos son espectaculares, lujosos… y los trajes de Jacqueline Durran nos dejaron sin palabras. Lo pasamos muy bien con el baile de los debutantes… yo junto a 60 princesas vestidas con merengues y grandes joyas ¡Increíble! La atención al detalle en esta película es inigualable.
¿Cómo viviste el rodaje de la famosa escena del baile? Fue algo extraño, de hecho. Fue una de las primeras escenas que rodamos y aún nos estábamos acostumbrando a verme como la Bestia (llevaba un traje de Lycra con marcas y una capucha), pero una vez que empezamos el vals, fue realmente mágico. Emma y yo lo pasamos realmente bien y el decorado ¡era espectacular!
¿Cómo fue trabajar con el resto del reparto? Kevin Kline es tan excéntrico que nos maravillaba; tenía siempre tantas ideas… Josh Gad es desternillante y me entristeció no compartir más momentos con él durante el rodaje. Luke Evans es el perfecto Gastón y escuchar cantar a Audra McDonald fue fascinante. Todos fueron maravillosos y cuando todos nos juntábamos, era realmente especial. Me maravilló trabajar con Emma Thompson también…hablamos mucho sobre la relación que tenía la Bestia con su personaje, Mrs. Potts, porque era lo más cercano a una madre que podía tener.