Miguel es un joven con el sueño de convertirse en leyenda de la música a pesar de la prohibición de su familia. Su pasión le llevará a adentrarse en la «Tierra de los Muertos» para conocer su verdadero legado familiar.
Admitámoslo: Pixar no está en sus mejores momentos.
En los últimos años, la Major de la lamparita nos ha dado magníficas películas (‘Del revés’) y grandes decepciones (‘El Viaje de Arlo’, la saga de ‘Cars’, con la tercera entrega a la cabeza), en un vaivén donde le cuesta encontrar la maestría inagotable de la que hizo gala durante el final del siglo XX y principio del XXI.
Pues bien, celebremos que ‘Coco’, pese a cumplir paso a paso con el Ideario de Lasseter y compañía, está entre las mejores películas de Pixar.
Esta carta de amor al folclore mejicano puede jactarse de una belleza visual sin límites, maravillosa puesta en escena y, sobre todo, la capacidad de llegar al corazón del espectador, protagonista de una emotiva historia familiar donde todos podemos vernos reflejados.
Al igual que otras joyas de la Casa, como ‘Up’, ‘Del Revés’ y ‘Wall-E’, ‘Coco’ explora la inagotable capacidad para armar un buen drama, solo mirando al interior del alma humana.
Aquí, los lazos familiares, que van más allá de la muerte, siempre están presentes en la aventura de Miguel.
En su afán por regresar al mundo de los vivos, el joven músico descubrirá la importancia de sobrevivir a la existencia terrenal, de perdurar en el recuerdo de aquellos que dejamos atrás y significarse más allá del éxito, de lo estrictamente material, del peligroso culto a uno mismo.
Puede que ‘Coco’ se recree demasiado en su excelencia técnica, y en ocasiones peque de estirar la fórmula que tan bien le ha funcionado a Pixar durante años. Es cierto que muchos de sus personajes no brillan a la altura de otros, y algunos gags mil veces vistos, los adivinamos a kilómetros.
Pero su calado sentimental, su profundidad humana, su capacidad para tocarnos la fibra y hacernos recordar la importancia de querer y ser queridos, de recordar lo bueno del pasado y mirar con optimismo al futuro, son incontestables.
Si, además, disfrutamos de una cinta llena de colorido, diversión, grandes piezas musicales y momentos que harán las delicias de los más pequeños de la casa, emocionando a la vez a los adultos, estamos de enhorabuena.
‘Coco’ es, por derecho propio, la mejor propuesta de animación que pone fin al 2017. Ojalá Pixar deje de dar tumbos y vuelva a deslumbrarnos… siempre.
Lo mejor: su indudable calado emocional, el homenaje a la cultura mejicana, la belleza e imaginación de sus imágenes y, de nuevo, la excelente banda sonora de Michael Giachinno.
Lo peor: la excesiva duración del hilarante corto ‘Frozen: una aventura de Olaf’, anterior a la proyección de la película.
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