Después de meses sin que aparezca el culpable de la muerte de su hija, Mildred Hayes da un valiente paso al contratar tres anuncios en unas vallas publicitarias camino de su pueblo con un polémico mensaje dirigido a William Willoughby, el venerado jefe de policía del pueblo. Cuando su segundo al mando, Dixon, un inmaduro niño de mamá aficionado a la violencia, entra en acción, la guerra entre Mildred y las fuerzas policiales de Ebbing no hace más que empeorar.
Esta es una de esas ocasiones en las que producciones con cierta independencia te hacen disfrutar de una película aparentemente sencilla, valiente, inteligente y con cierto cariz transgresor.
Al filo de la corrección, sabe mantener los elementos con los que juega a raya en todo lo alto, a la vez que trata el drama con excelente ironía, en medio de un poblado ficticio, que como su propio nombre indica, Ebbing, hace de la decadencia su forma de vida.
El dramaturgo Martin McDonagh (‘Escondidos en Brujas’, ‘Siete psicópatas’), en esta ocasión algo más comedido, escribe y dirige este drama en el que se denuncia la indiferencia social ante los problemas diarios de una pequeña localidad inventada en Missouri. Ebbing parece estar tan olvidada entre su misma ciudadanía como los tres viejos carteles abandonados en una triste carretera. Y de ellos se valdrá la protagonista para azuzar conciencias que no permiten que nada disturbe la monotonía de sus vidas.
McDonagh ha diseñado un personaje frío y calculador, que esconde sus perdidos sentimientos, en la piel de la infalible Frances McDormand (‘Fargo’, ‘En tierra de hombres’, ‘Casi famosos’). Una madre que pretende hacer reaccionar la pasividad del cuerpo de policía local ante el horrendo asesinato de su hija.
Woody Harrelson (‘El castillo de cristal’, ‘La guerra del planeta de los simios’, ‘Wilson’), es la otra cara de la moneda, el sheriff con sus propios tormentos que ve cómo se desata la guerra ante sus ojos por un crimen no resuelto, y que solo busca un poco de paz en su pequeña existencia.
Sam Rockwell (‘Moon’, ‘El camino de vuelta’, ‘La milla verde’), interpreta a un oficial de policía inestable y sociópata, supeditado a la única convivencia que se puede permitir bajo las faldas de su anciana madre.
Estos tres protagonistas junto al resto de ‘Tres anuncios en las afueras’, son personajes duros y llenos de ironía, que contienen matices del auténtico western, mientras juegan a colisionar los derechos civiles cual fuegos artificiales de su propia convivencia.
Además de un magnífico guion que permite incluso la redención de sus personajes, cabe destacar la excelente fotografía y ambientación de Ben Davis tras numerosos trabajos en recientes títulos de Marvel.
‘Tres anuncios en las afueras’ es una inteligente y muy buena propuesta para disfrutar de esta curiosa historia en la gran pantalla y al salir de la sala, por lo todo lo que conlleva.
Lo mejor: todo, por la excelente calidad del conjunto de la obra.
Lo peor: poco, que se puedan perder aromas y reflexiones por el metraje de la película.
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