Han transcurrido 10 años desde que Koji Kabuto pilotara por última vez al súper robot Mazinger Z para frustrar las malvadas ambiciones del Dr. Infierno y devolver la paz al mundo.
Ahora que ya no es piloto, Koji ha seguido el camino de su padre y su abuelo iniciando su carrera como científico, descubriendo una gigantesca estructura enterrada en las profundidades del Monte Fuji, junto con una misteriosa indicación de la vida.
Nuevos encuentros, nuevas amenazas y un nuevo destino aguardan a la humanidad. El antiguo héroe Koji Kabuto debe tomar una decisión sobre el futuro: ser un dios o un demonio…
Hablar de Mazinger Z es hablar de uno de los robots más icónicos de los últimos cincuenta años. Inspirador de ‘Transformers’, jaegers de ‘Pacific Rim’, e incluso del magistral ‘El gigante de hierro’ en su versión más pacifista, por citar algunos de los innumerables ejemplos.
El manga creado por Go Nagai en los 70 está en pleno vigor, tras las series tanto gráficas como animadas ‘Mazinger Z’, ‘Great Mazinger’ y ‘Goldorak’, a las que se les han ido uniendo posteriores secuelas y reinicios con el paso de los años y de las tecnologías en animación.
Junji Shimizu, responsable de animación en series y películas de dichas series como ‘Yu-Gi-Oh!’, ‘One Piece’ y otras muchas que no han visto la luz en nuestro país, dirige esta secuela ideada por el propio Nagai.
Posee una magnífica calidad tanto en su diseño de producción como en sus dibujos, integrando el 3D como refuerzo a la trepidante acción de sus más que épicas batallas visuales.
Los personajes, para poder integrarlos en la historia y sus referencias seriales, van adquiriendo ya cierta madurez. Koji es un científico e investigador tecnológico desde que abandonara los mandos del robot. Sayaka es la responsable del nuevo Instituto de Investigaciones Fotónicas que abastece de esta nueva energía a gran parte de la humanidad. Shiro, el hermano pequeño de Koji, es mucho más adulto tras acompañar en innumerables batallas al Mazinger Z y al Great Mazinger de Tetsuya.
Los personajes femeninos parecen haber dicho adiós definitivamente a sus alter ego robóticos Afrodita A y Venus A, más ocupadas por el éxito profesional y las responsabilidades de futura maternidad, que por volver a librar batallas.
En el bando de los villanos y resurgidos de sus cenizas por enésima vez, no podían faltar las trifulcas habituales entre el hermafrodita Barón Ashler y el descabezado Conde Brocken junto a sus réplicas gigantes. Por supuesto aparece todo el impresionante arsenal de bestias mecánicas del maléfico Doctor Infierno, en un intento por dominar esta vez el universo.
La historia no es el punto más fuerte de ‘Mazinger Z Infinity’, pues aunque permite acercarse perfectamente a quienes topan por primera vez con el “mecha mecánico”, la lógica de los mangas por justificar incoherencias se escapan de cualquier raciocinio posible.
Sí contiene parte de la sensualidad y cierto erotismo que no pudimos ver por la censura de los 32 episodios (de un total de 92) emitidos a finales de los 70, aunque a estas alturas sea más fácil localizarlos. Y sobre todo acción, mucha acción.
El auténtico valor de ‘Mazinger Z Infinity’ reside en que por primera vez podamos disfrutar a lo grande de una película completa sobre las aventuras de este dios de aleación Z, que une a sus antecesoras y continúa, gracias a la energía fotónica, para salvar a la humanidad.
Lo mejor: ver, disfrutar y contemplar esta nueva aventura del coloso en gran pantalla no tiene precio, para cualquier generación amante de este icónico robot.
Lo peor: que no se valoren lo suficiente los esfuerzos por colocar producciones anime magníficas y de gran calidad en salas cinematográficas, aunque gracias a los antecedentes de ‘Your name’, y al interés despierte esta nueva joya de ‘Mazinger Z Infinity’, podremos hablar de un interesante cambio de tendencias.
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