Durante su trayecto habitual de vuelta a casa en tren, un hombre de negocios felizmente casado comienza a hablar con una misteriosa pasajera. Pronto el hombre se verá envuelto en una conspiración criminal que amenaza con poner en peligro tanto su vida como la de sus seres más cercanos.
La colaboración artística entre Liam Neeson y el director Jaume Collet-Serra (que alcanzó su punto álgido con la muy interesante ‘Una noche para sobrevivir’) vuelve a la carga con ‘El Pasajero’, thriller donde un ex agente de policía metido a vendedor de seguros se ve inmerso en una conspiración con dinero (y dilema moral incluido: ¿hasta dónde llegaríamos por la cantidad suficiente?), violencia, sangre y muerte de por medio.
Si bien no hay nada nuevo en la cinta, con un guion suficiente, a ratos absurdo, y sin duda reacio a mostrar ninguna sorpresa que no veamos venir a kilómetros, ‘El Pasajero’ nos trae a un Collet-Serra entonado, capaz de sacar jugo a cada recoveco del tren para explotar la acción, introduciendo secuencias frenéticas donde Neeson y sus 65 añazo, se luzcan.
A cambio de pasarlo en grande, tenemos una investigación de dibujos animados, el placentero regustillo que provoca apostar si te vas a equivocar en alguna de las cosas que sabes que van a pasar (y, por supuesto, pasan), el ponerle esteroides a un suspense Hitchcockniano y subirlo a un tren bala, colocando un montón de árboles que no dejen ver al bosque al espectador, están muy presentes en la película, concebida como una aventura non-stop que nos impida pensar en la cantidad de tonterías que están pasando.
Pero, igual que se olvida nada más verla, mientras circulamos por la enésima odisea de un Neeson con el que nadie en su sano juicio compartiría transporte, viaje, amistad, trabajo o familia (y menos para fastidiarle en lo más mínimo), la diversión está total y absolutamente asegurada.
No es la mejor del dúo dinámico, pero mantiene cierto nivel que contentará a cualquier espectador palomitero amante del cine en su expresión más pura y simple de evasión.
Lo mejor: Liam Neeson, Vera Farmiga, el uso que Collet-Serra hace del tren y, cómo no, la diversión.
Lo peor: todo lo que un espectador mínimamente entrenado cree que ocurrirá, ocurre. ¡Vaguetes!.