Rodando Páginas, los libros van a las pantallas es una iniciativa que nace con el fin de estimular la creación audiovisual y cinematográfica fomentando la adaptación de obras literarias.
En esta primera edición catorce obras finalistas han sido seleccionadas por un comité de expertos entre las 89 propuestas presentadas como las de mayor potencial para ser adaptadas a los diferentes formatos audiovisuales.
Son las siguientes:
Adiós mi Habana, de Anna Veltfort
El asesinato de Pitágoras, de Marcos Chicot
El editor indiscreto, de F. Bellart
Hermanas, perros, frikis y otros especímenes, de Maite Carranza y Julia Prats
Lamia, de Rayco Pulido
Las efímeras, de Pilar Adón
Los surcos del azar, de Paco Roca
Neimhaim. Los hijos de la nieve y la tormenta, de Aránzazu Serrano
No llames a casa, de Carlos Zanón
Prohibido leer a Lewis Carroll, de Diego Arboleda y Raúl Sagospe
Superpatata (7 volúmenes), de Artur Laperla
Tea Rooms. Mujeres obreras, de Luisa Carnés
Todo lo que sucedió en el valle, de Ramón Solsona
Una madre, de Alejandro Palomas
Una vez hechos públicos los títulos participantes, comienza el periodo de difusión entre los productores audiovisuales, así como el de asesoramiento personalizado hacia los finalistas de cara a la presentación pública de sus obras. Una presentación que se complementará con reuniones individuales entre los productores y los titulares de los derechos de adaptación.
Una sinergia natural entre las industrias audiovisual y editorial para fomentar y promocionar que los cuentos, los tebeos y los libros tengan la posibilidad de adaptarse al lenguaje audiovisual y llevarse a las distintas pantallas.
Rodando Páginas se concibe como la cita anual en la que los editores y agentes literarios que busquen nuevas vías de explotación e ingresos para sus obras, puedan encontrarse con aquellos productores audiovisuales a la búsqueda de nuevos contenidos y nuevas ideas para sus proyectos.
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