En los días posteriores al 11-S, un equipo de fuerzas especiales estadounidense comandado por el capitán Mitch Nelson es elegido para ser los primeros soldados americanos en responder al ataque. El equipo es trasladado a las remotas y yermas tierras del norte de Afganistán, donde deberán convencer al general Abdul Rashid Dostum para unir fuerzas y luchar contra su adversario común: los talibanes y Al Qaeda. Para ello, los americanos deberán adoptar las tácticas de los soldados afganos a caballo y aprender a respetarse y confiar entre ellos ante un enemigo despiadado que les supera en número y no hace prisioneros.
Por desgracia, el epígrafe que anuncia “basada en hechos reales” cada vez es más ineficaz. La sensibilidad hacia las imágenes informativas en la vida real ha evolucionado hasta el punto de hacer menor mella en nuestra conciencia particular. El mazazo que supuso no solo el hecho sino la emisión de la información en directo de los atentados del 11-S, cambió por completo el mundo audiovisual. Hasta el punto de que a base de recrear historias cinematográficas con este mismo punto de partida con el que abríamos la mayor masacre del milenio, hasta los más famosos superhéroes destrozan a su antojo mobiliario e inmuebles urbanos sin atender a las consecuencias de quienes pudieran permanecer entre sus paredes.
Y parte de lo dicho es de lo que abusa ‘12 Valientes’, un grupo de soldados voluntarios que tras los terribles sucesos acudieron a Afganistán a asestar el primer golpe en la batalla inicial contra los talibanes que pudieron urdir el ataque civil de las Torres Gemelas. Una docena de soldados de élite que componen la Fuerza Operativa Daga serán los afortunados para llevar a cabo el primer contraataque en terreno yihadista.
El periodista gráfico danés Nicolai Fuglsig dirige ‘12 Valientes’. Aprovecha su experiencia como reportero en Kosovo y como realizador de spots comerciales para ejecutar un impecable trabajo sobre los 23 días que supuso para el anónimo Comando 595 contraatacar en territorio afgano.
Ted Tally y Peter Craig se ocupan de guionizar la novela “Soldados a caballo: Una extraordinaria historia de guerra del siglo XXI” del periodista Doug Stanton, en la que se describe desde la dura partida de los soldados para sus familias hasta la conquista de la confianza de uno de los caudillos que pugna por recuperar el territorio invadido por los talibanes. Una batalla diaria narrada por etapas.
Chris Hemsworth (‘Thor’, ‘En el corazón del mar’, ‘Rush’) capitanea y lidera el grupo de valientes voluntarios. Retirado de misiones de campo pretende reunir a su equipo para devolver el contraataque en Afganistán. Le acompañan en el reparto Michael Shannon (‘La forma del agua’, ‘Animales nocturnos’, ‘El hombre de acero’) y Michael Peña (‘Marte’, Corazones de acero’, ‘Ant-Man’). Unos papeles correctos y bastante ceñidos a la rigidez de la acción y de la novela que no permiten demasiadas florituras. El elenco femenino queda relegado a las abnegadas esposas de los profesionales, entre las que destaca la misma Elsa Pataky.
‘12 Valientes’ es una película más técnica que artística. Más interesada en mostrar la acción que la interpretación. Desarrolla mínimamente las luchas internas por prevalecer en los territorios por parte de los generales afganos de la Alianza del Norte, y hubiera sido deseable que en su argumento se reflexionara sobre las diferentes maneras de entender la vida y la muerte entre los imperios occidentales y orientales.
A cambio proporciona más de dos horas de batallas, luchas y escenas bélicas que describen fielmente cómo debe ser el atronador escenario que inunda la pantalla.
Encorsetados por la novela y por los mismos hechos mantenidos en secreto hasta hace poco, sí es curioso observar el cariz ecuestre frente a tanta tecnología militar teledirigida, y sorprende apreciar una lucha encarnizada entre jinetes contra tanques en pleno siglo XXI.
Y en medio de una batalla de muchas en una guerra sin sentido, resuena la advertencia de que Afganistán ha sido cementerio de muchos imperios.
Lo mejor: los amantes del género bélico disfrutarán reviviendo una historia a caballo (y nunca mejor dicho) entre la batalla más tradicional y la tecnología armamentística aérea contra el enemigo.
Lo peor: que los magníficos recursos visuales y técnicos de la película no aprovechen dando más hilo interpretativo para personalizar e indagar en los auténticos héroes de la película.