Whitney Houston rompió más récords en la industria musical que ninguna otra cantante en la historia. Con más de 200 millones de álbumes vendidos en todo el mundo, fue la única artista en conseguir siete números 1 consecutivos en los Estados Unidos. Protagonizó varias películas taquilleras antes de que su brillante carrera diera paso a comportamientos erráticos, escándalos y a su muerte repentina a los 48 años. La película Whitney es un retrato auténtico, íntimo y sincero de la artista y su familia, que sondea más allá de titulares sensacionalistas y arroja nueva luz a la fascinante trayectoria de la vida de Houston. Usando material de archivo inédito, grabaciones exclusivas, actuaciones insólitas, archivos de audio y entrevistas originales con las personas que mejor la conocieron, el ganador del Oscar Kevin Macdonald desentraña el misterio detrás de “The Voice”, quien emocionó a millones de personas y luchó por hacer las paces con su problemático pasado.
Una de las peculiaridades del cine documental es que no se actúa, sus protagonistas no interpretan un papel. Por ello se ofrece la posibilidad al espectador de juzgar en base a los testimonios acerca de lo que pueda haber de verdad y la falsedad escondida en los comentarios que se narran. Y ‘Whitney’ es un claro ejemplo de ello, tanto por lo que se cuenta como por sus silencios.
El director y documentalista Kevin Macdonald (‘El último rey de Escocia’, ‘La sombra del poder’, ‘Mi vida ahora’), realiza una muy eficaz recopilación de imágenes y entrevistas en primera persona a familiares y allegados de la cantante Whitney Houston.
Logra acercar al personaje con sus luces y sombras al espectador para confirmar lo que ya se conocía sobre la diva del pop y del soul. Repasa su biografía musical con declaraciones de primera mano sobre su modo de vivir y sentir la vida, ascenso y declive de una de las más grandes estrellas de la música contemporánea.
‘Whitney’ arranca contextualizando los inicios de la cantante conectado con los disturbios raciales de los 60. La enorme influencia musical ejercida por su madre, la cantante Cissy Houston, hasta la dirección de su carrera por parte de su padre John Russell Houston, el primer alcalde americano negro, para hacer caja familiar.
En los 48 años de vida de este terremoto musical se describe tanto la inversión educativa de los padres en la artista como un producto musical, su divorcio como parte de los secretos e infidelidades de sus progenitores, y de la familia en el mundo de las drogas y algún que otro tinte de abusos de menores.
En su faceta más personal, ‘Whitney’ aprovecha para mostrar también el lado más cercano de la cantante en la intimidad. La bipolaridad y lucha cotidiana entre “Whitney”, la princesa musical, y “Nippy”, la hija y hermana cercana y sencilla, se refleja con declaraciones de la propia artista sin pudor.
Desde lo más alto como el contrato con Arista Records o la catapulta hacia el estrellato definitivo con la película ‘El guardaespaldas’, hasta su orientación sexual o la vida matrimonial con el también cantante Bobby Brown y el nacimiento de su hija.
‘Whitney’ es una narración emotiva a base de los comentarios de quienes la tuvieron muy cerca. Pero también muestra sin remilgos y con valentía imágenes destructivas del mito, desde cómo se logró diseñar una cantante negra para blancos para ganar cuota de mercado musical, hasta la unificación racial por la diosa del soul/pop tras cantar el himno nacional en la famosa Super Bowl de 1991. O el descenso a los infiernos con un final sin rumbo protagonizado por el mundo del alcohol y las drogas, su competitivo matrimonio, o una maternidad inadvertida.
Whitney ha sido convencida toda su vida de que es una cantante tocada por Dios, poseyendo, en palabras de la propia Houston, un “don divino que he de compartir”. Lo curioso es que quienes la han rodeado y ella misma han tenido que bajar a los infiernos para que pudiera perpetuar ese legado.
Lo mejor: la recopilación del material biográfico, el repaso musical de la artista y por supuesto las entrevistas a corazón abierto de sus protagonistas.
Lo peor: la crudeza de pensar en la fama, el poder y el dinero, para exprimir sin escrúpulo alguno a la cantante de los huevos de oro, y luego meter una manada de zorros en el gallinero, pensando de manera ilusa que todo va a permanecer intacto.