Marcos, Sandra y su hija Lola forman una familia vital y carismática. Marcos, bombero de profesión y acostumbrado a vivir situaciones límite, recibirá un duro golpe que hará que su vida dé un giro inesperado. A partir de entonces, sufrirá un bloqueo que no le permitirá reconocer las emociones de los demás ni empatizar con ellos. Con la ayuda de los suyos, iniciará un tratamiento para superar este shock. En el camino para volver a sentir, su hija Lola será la clave para reconstruir de nuevo su universo. Un largometraje sobre las emociones, el miedo a sentir y sobre la vida.
Como animales de costumbre que somos, nos es muy difícil saber encajar los grandes cambios que se puedan producir en nuestro entorno. Y más cuando se escapa a un limitado entendimiento basado en la rutina diaria, en que todos los días amanece por el mismo lado, en nuestra identidad cultural y, sobre todo, en lo que tenemos y amamos. Cuando un día de casi primavera se despierta la mañana con el alarmante sonido de las sirenas por toda la ciudad, algo para siempre te cambia.
El productor y director Ibon Cormenzana (‘Los Totenwackers’, ‘Jaizkibel’), ha realizado un excelente ejercicio sobre el dolor mudo. El dolor ahogado y desesperado que permanece latente en una persona corriente, que ha visto tambalear los cimientos de su propia vida y se resiste a asumirlo. Lo importante de este ejercicio es cómo administramos y canalizamos el sufrimiento. Cómo afecta ese bloqueo a la gente que nos rodea.
Roberto Álamo (‘Tiempo después, ‘Que Dios nos perdone’, ‘La gran familia española’), soporta ese estado aletargado y casi inconcebible de aflicción. Es bombero profesional que ha de recurrir al ingreso en un centro sanitario para intentar canalizar su inerte estado traumático. Realiza una muy eficaz interpretación de un padre de familia perdido en unos sentimientos que no terminan de aflorar.
Claudia Placer (‘En las estrellas’, ‘Verónica’), despunta frente a la cámara con su magnífico papel de la hija que ha de convivir con estoicismo el mal momento por el que atraviesa su padre. Manuela Vellés (‘Musa’, ‘Las siete muertes’, ‘Camino’), es la comprensiva psiquiatra que acompaña y busca la mejor solución para salir de ese túnel oscuro.
Además de estas tres buenas interpretaciones, destaca la incorporación artística de Pedro Casablanc, Carlos Bardem y Maggie Civantos completando el conjunto artístico de actores. Cuenta con la excelente banda sonora de Lucas Vidal, una de las principales batutas del panorama cinematográfico musical de nuestro país.
‘Alegría Tristeza’ explora en el drama silencioso de esos personajes anónimos que hace ya casi 15 años vieron truncadas sus vidas víctimas del terror.
Lo mejor: sus interpretaciones y las reflexiones que invita a extraer.
Lo peor: el dolor emocional que se esconde, con el paso del tiempo, en cada una de las historias que todavía permanecen en nuestro día a día.