Después de cinco años de tranquilidad aparece una nueva amenaza: invasores de LEGO DUPLO del espacio exterior que lo destrozan todo antes de que dé tiempo a reconstruirlo. Emmet, Lucy, Batman y sus amigos unirán fuerzas para librar una batalla que les llevará a mundos inexplorados.
La única forma de disfrutar plenamente de ‘La LEGO película 2’ es asumir que la novedad de la primera entrega, se ha perdido.
‘La LEGO película’ supuso una revolución, donde Phil Lord y Chris Miller irrumpieron como elefantes en cacharrería para revolucionar la animación y entregar una película tan anárquica como plenamente satisfactoria, inesperada y estimulante.
Tras dos entregas con altibajos (Batman y los Ninjago), el bobalicón de buen corazón Emmet y toda su pandilla vuelven a la carga y, la verdad, todo sigue siendo tan fabuloso como puede ser, de no haber existido el magistral precedente.
Lord y Miller siguen a lo suyo, tirando de genio e inteligencia, entregando un libreto plagado de momentazos que (como ya hicieron en la reciente y magnífica ‘Spider-Man: un nuevo Universo’), si bien repite muchas de las fórmulas y gags de la primera, merece estar entre los mejores guiones del cine animado.
La animación, igualmente, explota hasta el límite las nuevas tecnologías, consiguiendo una película colorista donde se suceden los guiños al Séptimo Arte, la imagen de marca de LEGO y un montón de Set Pieces que derrochan imaginación.
No faltan, tampoco, los números musicales, con canciones muy divertidas y ácidas (atentos a Batman en todo su hilarante esplendor, con el gran Will Arnett poniendo de nuevo voz al atribulado cruzado enmascarado), que harán las delicias de los más pequeños y arrancarán más de una sonrisa cómplice a los mayores.
Con un trasfondo que habla de la amistad, la hermandad, los prejuicios, la necesidad de encontrar nuestro lugar en el mundo y el valor de la vida, que no siempre es fabulosa pero sí digna de ser vivida, con todas sus aleccionadoras luces y sombras.
Puede que en mundo de Emmet no todo sea ya tan fabuloso como antes. Pero la vida es lo que tiene: no pregunta si nos gustan los obstáculos antes de colocarlos en nuestro camino.
Segunda parte. ¡Y de las buenas!.
Lo mejor: Lord y Miller entregan un guion fabuloso.
Lo peor: el efecto sorpresa se ha perdido.