Aja, un joven que sobrevive en la India gracias a su ingenio y pillería, emprende un viaje a Francia para cumplir un sueño de su madre. En París, con pocos recursos económicos, decide pasar la noche en un IKEA donde conocerá a Marie. Pero sus esperanzas sentimentales se desvanecen cuando queda atrapado dentro de un armario que es enviado al extranjero, iniciando un viaje que cambiará su vida para siempre.
A pesar de que los armarios de IKEA, como la mayor parte de los productos en el catálogo del mayor fabricante de muebles, vienen desmontados y embalados de manera compacta, se hace extraordinariamente raro que una persona, por menuda que sea, pueda viajar en su interior, y respirar a la vez. A menos que sea un faquir o un ilusionista muy avezado.
Este es el título original en el que se narra “El extraordinario viaje del faquir”, aquí enlazado con las siglas de la gigante multinacional sueca, y donde él mismo cuenta las andanzas de su vida a modo instructivo a unos niños que han sido condenados por sus fechorías a pasar cuatro años en la cárcel. Al igual que hicieran producciones similares como ‘La vida de Pi’ o ‘Slumdog Millonaire’, esta fábula narrativa describe en primera persona los diferentes y divertidos episodios que conforman esta singular historia, no exenta de ironía y crítica social.
El canadiense Ken Scott (’Starbuck’, ‘¡Menudo fenómeno!’), dirige con bastante acierto esta producción franco-belga e india, basada en la famosa novela de Romain Puértolas titulada “El increíble viaje del faquir que se quedó atrapado en un armario de IKEA”. El resultado es una comedia simpática, con ciertos tintes de drama y romanticismo, en la que el estilismo de Bollywood viaja por gran parte de las principales ciudades europeas. Y donde no podían faltar bailes y canciones al uso de la escuela india.
El gran peso interpretativo de ‘De la India a París en un armario de IKEA’ recae en la acertada elección de su protagonista, Dhanush. Desconocido en el mercado occidental Venkatesh Prabhu -su verdadero nombre-, posee con una larga trayectoria como actor, músico, cantante y productor en su país. Un showman cinematográfico que sabe poner su cara más pilla, tierna, ingenua, cariñosa y educativa.
En ese periplo indoeuropeo le acompañan también las intervenciones de Erin Moriarty, Barkad Abdi, Bérénice Bejo o Gérard Jugnot, entre muchos otros.
‘De la India a París en un armario de IKEA’ es una aleccionadora fábula para niños desbocados. Donde tienen cabida tanto pillastres y ladronzuelos indios, como embaucadores taxistas, o fuerzas del orden europeo que pretenden escurrir el bulto de las deportaciones de los sin papeles. Es generosa y amena, imaginativa y burlona, sabiendo integrar a la perfección los estilos cinematográficos de la India y Europa en este mismo cuento. Una muy interesante aventura nómada que satisfará y agradará a todos los públicos.
Lo mejor: la caricaturización de las deportaciones, donde los países supuestamente civilizados se echan la bola como si del pinball se tratara.
Lo peor: que todavía pueda dar un pelín de más juego social.