La historia de un hombre y su lucha por sobrevivir en el Ártico, un paraje helado y hostil, donde tendrá que buscar refugio en los restos de un avión accidentado. Aprenderá a luchar contra el frío y las tormentas, a esconderse de los osos polares y a pescar su comida. Pero un evento inesperado le obligará a emprender una larga y peligrosa expedición para ser rescatado.
Por fortuna, para un muy alto porcentaje de la humanidad caer en la desgraciada situación de tener que enfrentarse a la propia supervivencia en condiciones extraordinarias es algo que solo se puede producir en su imaginación. También es cierto que, mientras muchos miramos hacia otros lados, personas de diferentes culturas, estatus sociales, u otras condiciones particulares, tienen en cada nuevo amanecer el infortunio de no saber si llegarán al ocaso. La propia vida ya implica sobrevivir al día. Pero cuando a ello se suma tener enfrentarse a la adversidad tras un aparatoso accidente, las probabilidades de salir airoso del percance son ínfimas.
‘Ártico’ es la experiencia que comparte el director Joe Penna en su primera película, y con guion escrito junto a Ryan Morrison (quien también ejerce de editor), en el que la sencillez de la historia desnuda a su personaje frente a la inmensidad desoladora del gélido desierto.
Rodada en Islandia, en parajes naturales e inhóspitos, el argumento arranca en el momento en que su protagonista ya tiene confeccionada su rutina de supervivencia y aguarda con cierta paciencia y tesón a ser rescatado. El pitido del reloj le marca el compás de las actividades, mientras desmenuza el esqueleto de su avioneta y cava en el arduo suelo el universal mensaje de auxilio.
No importa su pasado, quién es o cómo ha llegado ahí. Solo el instante presente. El espectador le acompaña en el frío, el silencio y la quietud, compartiendo la experiencia.
El danés Mads Mikkelsen (‘La caza’, ‘Casino Royale’, ‘Un asunto real’), aporta su magnífica frialdad interpretativa y soporta todo el peso de la película sobre sus espaldas. En estas duras condiciones, es la cara de la supervivencia extrema en una situación desesperada. Un metódico hombre de fe y pundonor frente a la hostilidad, acompañado por el miedo y la soledad, y el sonido del crujir de sus pasos sobre la nieve helada.
‘Ártico’ cuenta con una eficaz banda sonora apenas perceptible entre el sonido del silencio helado, las ventiscas y las tormentas, a cargo de Joseph Trapanese (‘El gran showman’, ‘Straight Outta Compton’, ‘Oblivion’). Y destaca la cuidada fotografía de Tómas Örn Tómasson con unos paisajes naturales tan arrebatadores y bellos como letales.
‘Ártico’ es una interesante transcripción visual sobre la fragilidad del ser humano frente a la propia naturaleza. Sobre la heroicidad altruista de seguir con la carga hacia adelante. Plantea en la conciencia del espectador la cuestión de qué haríamos en similares circunstancias extremas. Por fortuna, es posible que nunca se nos dé algo similar, pero seguramente tales respuestas permanezcan grabadas en nuestro código genético. Una experiencia muy digna de ver.
Lo mejor: Mads Mikkelsen espléndido, perdido en medio de la nada blanca, y capaz de mantener con vida el interés por cuanto sucede en cada uno de los fotogramas.
Lo peor: que pueda parecer un tanto lenta, pero su intensidad descriptiva pretende arrancar al menos un jirón de tal crudeza casi a modo documental.
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