Los Hombres de Negro se han extendido por el mundo entero, pero también lo ha hecho la escoria del universo. Y para mantenernos a salvo, el condecorado Agente H y la novata Agente M formarán una extraña pareja que podría funcionar. Mientras se enfrentan a una nueva amenaza alienígena que toma la forma de cualquiera, incluida la de los Hombres de Negro, estos deberán unir fuerzas en una aventura mundial para salvar la agencia y al mundo entero.
‘¿Sabes cuál es la la diferencia entre tú y yo? Que yo hago que esto luzca’.
Esto es lo que podrían decirles perfectamente Will Smith a Chris Hemsworth, Tommy Lee Jones a Tessa Thompson (y el cada vez más encasillado Liam Neeson) y Barry Sonnenfeld al simplemente cumplidor F. Gary Gray.
Para venir a salvar una franquicia aparentemente moribunda, ‘Men in Black International’ parece más bien la clase de película que se hace cuando vas a perder una licencia y tienes que sacar algo sí o sí.
Una vez superada la química de la pareja protagonista (que tienen, sin duda, pero no como para mantener a flote un barco que ha impactado contra un Iceberg), el regreso de los hombres y mujeres de negro resulta ameno pero vacío de ese humor gamberro de las tres primeras entregas, y un libreto con cierta entidad más allá de la sucesión de clichés y el (al parecer, obligado en todos los casos) cumplimiento de la nueva regla no escrita de Hollywood, que no hace falta ni mencionar y, rara vez, la vemos expresada a través de un dibujo acertado de los personajes femeninos que no deba ser subrayado con palabras.
La renovación es inexistente, salvo por la escala viajera de la aventura que les lleva por buena parte del mundo como una especie de James y Jane Bond defensores de la tierra, y la incombustible cantidad de aliens y gadgets de cartoon con los que combatirlos.
Pese a la aparente modernidad, estamos ante una cinta tonta, simple (es predecible desde el inicio. Igual porque las decisiones de casting no invitan a otra cosa) infantil y mucho menos ingeniosa que sus predecesoras (incluso la injustamente apaleada tercera entrega) donde todo se fía a un envoltorio cool, protas buenorros, eslóganes, el alien cuco de turno, mucho ruido y nada de nueces.
Cumple como entretenimiento veraniego… si el calor nos deja lo suficientemente hechos polvo como para obviar casi todo.
Lo mejor: la química Thompson-Hemsworth y la pelea con la alienígena Riza, interpretada por Rebecca Ferguson.
Lo peor: está lejísimos de renovar nada. Más bien, es un paso atrás.