«Godzilla: Rey de los Monstruos» sigue los esfuerzos de los criptozoólogos de la agencia Monarch mientras tratan de enfrentarse contra un grupo de enormes monstruos, incluyendo el propio Godzilla. Entre todos intentan resistir a las embestidas de Mothra, Rodan o del último némesis de la humanidad: King Ghidorah. Estas ancianas criaturas harán todo lo posible por sobrevivir, poniendo en riesgo la existencia del ser humano en el planeta.
Olvidemos, por un momento, que estamos ante una nueva película del mítico Godzilla. Pensemos, por un segundo, qué es lo que valoramos para decidir si una cinta merece la pena.
¿La calidad del libreto?
¿La dirección e interpretación del elenco?
¿La realización?
¿Las excelencias de la producción?
¿La banda sonora?
Probablemente, la combinación compensada de estos cinco elementos estén, aunque sea a nivel inconsciente, en la mente de todo espectador para que un filme se grabe a fuego en su acervo cinematográfico.
‘Godzilla: Rey de los Monstruos’ presenta, hasta la fecha, el mayor y más vistoso enfrentamiento de Kaijus jamás visto en Hollywood.
La de Michael Dougherty es el homenaje de la Meca del Cine al Rey Lagarto, sus amigos y enemigos, y la larguísima mitología que le acompaña.
Como pura y simple monster movie, cumple a la perfección, gracias a los logrados efectos y al impacto visual de sus apocalípticas imágenes.
Pero, en el 2014, a Gareth Edwards le acusaron de mostrar poco a Godzilla y demasiado el torpe drama humano.
Dougherty no cae en ese ‘error’, y las dos horas de metraje son una sucesión de catástrofes protagonizadas por los monstruos.
Pero no hay película sin personajes.
No hay película sin un libreto que de emoción y alma al asunto, aunque este se trate de una tunda entre bichos gigantes. No funcionó en ‘Pacific Rim 2’; no funcionó en el Godzilla de 2014 ni lo hace aquí, donde todos y cada uno de los personajes, y sus historias personales, se han reducido al cliché más manido.
El drama ni siquiera peca de torpeza: es tan imposible que termina por caricaturizar todos los pesares de los protagonistas.
Papá y mamá separados; hija fastidiada; científico listo serio; científico listo y cachondo; militares de todo pelaje y burócratas varios desfilan por aquí, no llegando siquiera al dibujo mínimo de bustos parlantes de una película de Roland Emmerich.
Da igual contar con Kyle Chandler, Vera Farmiga y la debutante (en un Blockbuster) Millie Bobby Brown. Da igual contar con secundarios de lujo, si no tienen nada que decir, que no veamos venir a años luz.
Los amantes de la enésima destrucción de esta gilipollesca humanidad están de enhorabuena.
Los que, además, soñaran con disfrutar de una buena película que cumpliera, al menos, con 3 de los 5 pilares básicos, se verán profundamente defraudados.
Lo mejor: Godzilla contra todos.
Lo peor: no hay nada más allá del Rey Lagarto y el resto de los Kaiju.
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