Karen, es una madre soltera que le regala a su hijo Andy un muñeco por su cumpleaños sin ser consciente de la naturaleza maligna que esconde en su interior.
Aún reconociendo el mal gusto que pueden tener algunos fabricantes de la industria juguetera a la hora de elaborar sus productos y el peor empeño que ciertas personas le ponen a la hora de hacer regalar muñecos a los niños, lo cierto es que nadie se merece topar con el siniestro Chucky, ni treinta años después.
Desde que Don Mancini creara la historia de terror con este “juego de niño” (‘Child’s Play’) en 1988, se han ido sucediendo seis secuelas más (las tres últimas dirigidas por el propio creador), una serie televisiva en desarrollo (no podía ser de otra manera en esta época de canibalismo “serievisivo” impulsado por las nuevas plataformas), y la que ahora nos sirve de excusa como reinicio de la franquicia. Tiempo más que suficiente para ser un espíritu malvado, echarse novia e incluso tener descendencia.
Al igual que el “momento Martha” aprovechaba la coincidencia de nombre en la madre de los famosos superhéroes, este ‘Muñeco diabólico’ tira de pericia para establecer una remota y tétrica analogía entre el Andy de los juguetes de Pixar y el propietario de este Buddi. De hecho entre Woody y Buddi hay poca diferencia en cuanto a pronunciación, un mundo en lo referente a sus personalidades.
Los productores de la nueva versión de ‘It’, y siguiendo la estela ochentera de adaptar exitosos títulos de terror (y de casi todos los géneros), ponen a Lars Klevberg como director y a Tyler Burton Smith como guionista al frente de este ‘Muñeco diabólico’ con notables diferencias.
Lejos de explicaciones sobrenaturales, la maldad de la criaturita de goma reside en un software que no está restringido para aprender de cuanto le rodea al niño a quien le entregará su amistad eterna. La corporación digital Kaslan permite sincronizar todos sus dispositivos electrónicos descargando actualizaciones, nada descabellado si se tiene en cuenta que con este muñeco-mascota su pequeño propietario puede interactuar con el resto del mundo sin salir de casa, y haciéndole compañía en la ausencia de responsables, que es de lo que se trata.
Las interesantes interpretaciones del joven Gabriel Bateman como Andy, de Aubrey Plaza como la joven madre empleada en un megastore de juguetes, y la imprescindible voz en versión original de un Mark Hamill desbocado como las réplicas de su mejor Joker animado, es otro de los alicientes de este título, sin olvidar la perla final cantando “The Buddi Song” de Bear McCreary en los créditos.
‘Muñeco diabólico’ es más una película de humor y terror como aquel ‘Poltergeist’ de antaño o del mismo y reciente ‘It’, dirigida al público adolescente con ganas de divertirse y llevarse la experiencia de no volver a quedarse a solas en la misma habitación con su muñeco interactivo.
Lo mejor: la mezcla de humor y cinismo, la química entre el chico protagonista con su madre y los nuevos amigos, y por supuesto la voz de Mark Hamill.
Lo peor: que no se explote lo suficiente la conectividad, y una resolución del conflicto bastante vaga.