Comedia romántica sobre dos amantes de la universidad que pasan un fin de semana especial en Nueva York y los problemas en los que ambos se verán envueltos.
El amor de Woody Allen (‘Manhattan’, ‘Balas sobre Broadway’, ‘Broadway Danny Rose’), por Nueva York no se diluye entre las gotas de lluvia como muchos quisieran a la hora de vetar su filmografía en los Estados Unidos y aún en el resto del mundo. Con cincuenta películas a sus espaldas, más bien todo lo contrario, parece que rejuvenece y florece con mayor intensidad por aquello de que “al mal tiempo…” mejor bonanza.
Allen, a estas alturas de la vida, en el aspecto cinematográfico no tiene que demostrar nada. Y lo otro, por desgracia, no dependerá de la justicia ni la verdad, sino de cómo los abogados capeen el temporal. Cada vez estamos más acostumbrados a presenciar que incluso personajes que han llegado a altas esferas de gobiernos importantes (mediante prácticas poco ortodoxas para el mínimo de ética que se les debería exigir), consiguen eludir cualquier atisbo de responsabilidad. El interés de estas líneas reside en la calidad del artista en sus diferentes facetas, como músico, como dramaturgo y principalmente como cineasta, por encima de trapos sucios sobre su vida privada.
‘Día de lluvia en Nueva York’ compendia todas las características de la obra del autor. Evidentemente la ciudad, paseamos por lugares emblemáticos y se enumeran otros muchos que denotan la debilidad de Allen por el noble ajetreo neoyorquino. La esmerada selección musical, como melómano, para crear ese ambiente tan propicio en su filmografía. Una cuidada fotografía a cargo del habitual Vitorio Storaro (‘Apocalypse Now’, ‘Rojos’, ‘El último emperador’), con unos planos en movimiento precisos para una escenografía muy bien trabajada. El guión, con sus diálogos ágiles e ingeniosos, cargado de locuaz ironía, psicoanálisis, neuras y visión hipocondríaca de los aspectos más banales de la vida. Ah, y sin olvidarnos de su ya típica tipografía utilizada para los títulos de sus películas.
Como director y guionista, sabe exprimir las interpretaciones de los protagonistas de sus historias. Timothée Chalamet (‘Beautiful boy, siempre serás mi hijo’, ‘Lady Bird’, ‘Call Me by Your Name’), y Elle Fanning (‘Maléfica’, ‘Mary Shelley’, Super 8’), encarnan a una pareja de universitarios de familias acomodadas que visitan Nueva York para pasar un fin de semana. Funcionan con soltura bajo las órdenes de Allen, y manejan la comedia y el drama a la perfección, lo cual aporta un gran valor añadido. Les acompañan Selena Gómez, Diego Luna, Jude Law y Liv Schreiber, que se introducen en el argumento para entrar y salir a su antojo creando las disparatadas situaciones de este divertimento. Pero también se mofa del mundillo cinematográfico; bien por la experiencia o tal vez por saturación, juega con las debilidades de los jóvenes frente a la sabiduría y el aprovechamiento de los veteranos.
El MoMA, el MET, los paseos en coche de caballos, Central Park, los yellow cabs, los emblemáticos hoteles y los piano-cafés, el cine… no tiene desperdicio. Es un poco todo de Woody Allen, bien combinado, con mucha frescura y jóvenes alicientes, y alguna sorpresa que otra, en esta comedia con muchos ingredientes para gustar a seguidores y al nuevo público que intenta acercarse al director.
Lo mejor: que ni cansa ni se cansa, muy bien dirigida y donde se les nota a todos el placer por interpretar para este director.
Lo peor: a pesar de que sea muy disfrutable, no se trata de algo realmente nuevo y sorprendente, pero en su sencillez también puede estar el buen gusto de contar historias románticas.