A través de un divertido y loco caos que va desde la Casa Blanca al corazón del país, estos cuatro cazadores deben luchar contra nuevos tipos de zombis que han evolucionado, así como nuevos supervivientes humanos. Pero por encima de todo, se tendrán que enfrentar a los problemas de su alocada e improvisada familia.
El cine, desde su concepto entendido como industria del entretenimiento, va encontrando caminos paralelos con el imperio de los videojuegos, aunque hablando de cifras este último rebasó hace algún tiempo a la primera en términos económicos. El caso de estas dos entregas basadas en una invasión zombi a gran escala, es un claro ejemplo que aprovecha claramente las influencias mutuas de ambos universos. La película como introducción al juego que trata de aniquilar al mayor número de muertos vivientes para poder seguir libre de la infección letal, y a su vez acumular puntos y subir puestos en el ranking de los gamers. Pero claro, con el previo de contar un argumento que justifique tal divertimento, y Zombieland es ese lugar apocalíptico en el que se puede disparar y rematar todo lo que se menea. Se abre la veda, como diría el pato Lucas a Elmer “temporada de conejos”, en tiempos de Halloween.
Ruben Fleisher (‘Gangster Squad. Brigada de élite’, ‘Venom’), dio con esta fórmula en su primer largometraje ‘Bienvenidos a Zombieland’ hace diez años. Y ahora vuelve a repetir el esquema con los guionistas iniciales Rhett Reese y Paul Wernick (también están en la producción), junto a la incorporación de Dave Callaham. Entre aquella y la presente, hubo un amago de secuela que quedó como una TV Movie en el 2013, que contaba con distintos actores para los cuatro papeles de los protagonistas principales.
Narrada en primera persona por Columbus, Jesse Eisenberg (‘La red social’, y las dos entregas de ‘Ahora me ves’), cuenta las desdichas de esa familia adoptiva cual alocada road movie a bordo de un un monovolumen. Le acompañan su pareja Wichita y su hermana Little Rock, y Tallahassee, interpretados de nuevo por Emma Stone (‘La ciudad de las estrellas (La, La, Land)’, ‘La favorita’), Abigail Breslin (‘Pequeña Miss Sunshine’, ‘Agosto’), y Woody Harrelson (trilogía de ‘Los juegos del hambre’, ‘La guerra del planeta de los simios’), respectivamente.
Buscando cierta estabilidad emocional se establecerán como ocupas en curiosos emplazamientos como la Casa Blanca o Graceland, acompañados de nuevos y necesarios personajes recreados por una pija oportunista a manos de la espléndida Zoey Deutch (‘Cómo deshacerte de tu jefe’, ‘Si no despierto’); por necesidades del guión un soso chico pacifista por Avan Jogla (‘Shaft’, ‘Diez mil santos’), y la espectacular Rosario Dawson (‘Trance’, ‘Siete almas’). Un elenco interpretativo tan dispar casi como las diferentes tipologías de zombis que aparecen a lo largo del metraje. Sin olvidar algún que otro maravilloso cameo como el de Dan Aykroyd o por supuesto un infalible Bill Murray (y aquí atentos a las escenas postcréditos).
‘Zombieland: Mata y remata’ es irracionalmente divertida. Cuenta con un cínico guión que contiene referencias en cada uno de sus fotogramas, procurando no saltarse las “reglas” ni los “mandamientos” para subsistir con vida. Maquillaje, sangre y tiros al ritmo frenético musical, rozando casi lo irrespetuoso… Poco ha faltado para que saliera el Michael Jackson de “Thriller” en situación algo comprometedora en Neverland para justificarse y emprenderla a disparos con el fallecido cantante. Pero vamos, que se mofa de todo lo que pase por delante. Sirva de ejemplo el maravilloso arranque inicial con la efigie más representativa del sello Columbia.
Lo mejor: que sigue funcionando a las mil maravillas, la introducción de nuevos personajes, en especial el de Madison, y el alto índice de coñas por secuencia.
Lo peor: que en este delirio frenético importado de los mejores videojuegos violentos se pierdan detalles, como falsos planos secuencia deliciosos y alguna que otra joyita.
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