Nicole y Charlie componen el retrato incisivo y compasivo de un matrimonio que se rompe, su evolución y la visión tanto conjunta como particular sobre cómo afrontar los nuevos cambios de una familia que hasta el momento se ha mantenido unida.
Los psicólogos y terapeutas de la pareja suelen indicar que uno de los momentos fundamentales para medir el estado anímico de los afectados en la relación por una crisis de convivencia se produce cuando a ambos se les solicita que escriban por separado una carta sobre la persona contraria. El hecho de escribir y describir en la intimidad los primeros sentimientos que suelen evolucionar desde la fascinación, el amor, las inquietudes, los roces, las manías y el insoportable dolor de poder seguir en convivencia, daría suficientes pistas sobre si esas dificultades vislumbran vías para una posible solución o si se atisba que los obstáculos ya han marcado el límite final. Es uno de los métodos más eficaces para poner en común y extraer lo que se va quedando dentro, lo acumulado que impide seguir, la necesidad de rescatar a la persona de una crisis personal
Lo que aparentemente se inicia como una carta de amor, es una historia descriptiva sobre las diferencias de una pareja que echa la vista atrás para enfrentarse a un nuevo presente y a un temible y demoledor futuro incierto. Esta ‘Historia de un matrimonio’ que presenta Noah Baumbach (‘Mistress America’, ‘Mientras seamos jóvenes’, ‘Frances Ha’), es completamente aséptica. Describe lo bueno y lo malo, sin tomar partido. Es lo que hay. Desde la butaca nos podemos sentir perfectamente identificados en algún momento con alguno de sus personajes, e incluso nos gustaría gritarles a los de la pantalla esa solución que podría solventar la tensión que agrieta el hogar. Pero la suerte ya está echada.
Scarlett Johansson (‘Jojo Rabbit’, saga de ‘Los Vengadores’, ‘Lost in Translation’), y Adam Driver (‘Infiltrado en el KKKlan’, última trilogía de Star Wars, ‘Silencio’), perfilan lo que podrían ser las mejores interpretaciones de sus carreras hasta el momento. Ella es actriz y él director de una compañía teatral, lo cual no debería suponer un gran reto interpretativo. El desafío consiste en elaborar unos personajes cercanos, tan próximos y naturales, como podemos apreciar en la vida real, y llevarlos al límite, desde la alegría y felicidad hasta el estallido y el derrumbamiento, de la nostalgia al odio soterrado, de una ruptura civilizada a expulsar los monstruos que podamos llevar dentro.
Confesarse y desmoronarse ante la cámara con una brillante actuación. Magníficas reacciones naturales, desgarradoras en ocasiones, con el objetivo pegado y sin cortar plano, difíciles, muy difíciles de lograr. Secundarios de lujo simulando ser lobos a la caza, para destruir los últimos vestigios sentimentales que se han compartido en una vida en común con Laura Dern, Alan Alda y Ray Liotta. Una batalla legal, donde hijo -como siempre utilizado como moneda de cambio-, familiares y amigos no pueden permanecer impasibles ante el dolor emocional.
‘Historia de un matrimonio’ cuenta con un sólido argumento, describe cómo es la evolución de una pareja en crisis y cómo les afecta tanto a ellos como a quienes les rodean en sus vidas, tiene una excelente dirección de actores que se desviven por sus personajes en sus intensas interpretaciones. Es cercana, agresiva, tierna, y repleta de esas absurdeces legales que tumban a cualquiera por las “secuelas inconmensurables” de una lucha en la que se puede llegar a perder hasta la poca humanidad que queda. Una situación que “tendrán que resolver los dos juntos” con independencia de cómo acaba la batalla, sin que se vaya por completo de las manos.
Lo mejor: el viaje de esa montaña rusa sentimental tan capaz de maravillar con preciosos e íntimos momentos como desbordar en la hipocresía de sus falsos y crudos juegos
Lo peor: quizás un pelín larga en cuanto al metraje, o al menos por tanta vertiginosidad emocional.