Pavarotti dedicó su vida a la música y a dar voz a los más necesitados. Este evento cinematográfico nos muestra actuaciones que pasaron a la historia y entrevistas íntimas que incluyen imágenes familiares inéditas. Todo ello con la mejor tecnología de sonido para escuchar al gran Luciano Pavarotti, como nunca.
Una de las expresiones más chocantes, y graciosa a la vez, que se formula sobre la personalidad del tenor italiano es que si hubiera pedido ordeñar a las gallinas para tomar un vaso de leche lo habría obtenido. Creo que lo llega a comentar su exmujer para describir la tenacidad del cantante al ser capaz de tener todo a su alcance.
Ron Howard (trilogía del ‘Código da Vinci’, ‘Rush’, ‘Una mente maravillosa’), ha conseguido realizar un más que respetable y muy acertado homenaje desde la objetividad, en donde se describe a la perfección las singularidades del maestro del bel canto. Recopilando material documental desde los orígenes del tenor y mostrando abundantes declaraciones de personajes cercanos al gran cantante, consigue realizar un perfil preciso, cercano y en buena dosis íntimo de la vida personal y profesional de Pavarotti.
Cuando alguien lleva tras sus espaldas una larga y consolidada carrera como cineasta, narrando, describiendo y compartiendo interesantes historias para la gran pantalla, puede sentirse atraído hacia la llamada del documental como paréntesis a toda la marea de ficción que impregna su obra. Es como si el deseo por jugar a sentirse cronista ante un hecho histórico, un semblante sobre una figura de interés reconocido, o incluso un momento decisivo en la sociedad presente o pasada, satisficiera una necesidad de contar historias con un valor real y hasta periodístico. Y esto mismo es la intención con la que el director de ‘Pavarotti’ ha combinado los elementos que aquí presenta.
Howard, experimentado y reconocido director cinematográfico, repite con similar equipo de producción el patrón con el que hace ahora cuatro años abordó aquel otro documental de corte musical como fue ‘The Beatles: Eight Days a Week’. Recopila infinidad de testimonios de su vida personal, de sus relaciones sentimentales, parejas, e hijos; muestra el carácter y su pasión por la música, su profesionalidad y el compromiso en campañas mediáticas en favor de los más necesitados. Y lo hace sin esconder nada, con sus luces y alguna sombra, obteniendo un resultado abierto y sincero sobre la vida del gran divo.
Bono, la princesa Diana, múltiples figuras del mundo de la cultura, de la música y de la sociedad, intervienen para lograr hacernos una imagen muy detallada de Luciano Pavarotti en sus múltiples facetas. Alude especialmente al proyecto musical de Los Tres Tenores que él mismo, Plácido Domingo y José Carreras, junto a Zubin Mehta, popularizaron en los noventa, y que le distanció del sector más purista y clásico del mundo de la ópera, sobre todo cuando se mezcló con géneros musicales como el rock y pop.
‘Pavarotti’ supone un emotivo reencuentro con el enorme talento del divo, en su calidad tanto artística como humana, logrando trasladar su cercanía a todo tipo de público conocedor o no de su portentosa voz.
Lo mejor: que se aborda esta biografía sin sensacionalismos, ni aspavientos, sino desde la más absoluta normalidad, honestidad y cercanía que tanto el personaje como quienes le conocieron puedan brindar.
Lo peor: algunas imágenes de archivo, pero muy necesarias para completar un perfil preciso y exhaustivo del gran tenor universal.