Documental que explora la Pascua como se muestra en el arte, desde la época de los primeros cristianos hasta la actualidad. El acontecimiento de la muerte y resurrección de Cristo ha dominado la cultura occidental durante los últimos 2000 años, y es uno de los motivos más representados por los grandes artistas de la historia.
Es imposible entender el arte, sobre todo en Occidente, sin la religión católica y, por encima de todo, la figura de Cristo.
Más allá de que uno crea o no en las enseñanzas de los evangelios, o profese la fe cristiana, el arte (en todas sus formas) se ha nutrido, se nutre y se nutrirá de los motivos, historias y significados de la vida, la muerte y la resurrección del hijo de Dios.
‘La Pasión en el arte’, es un documental sobrio y didáctico, que bien podría ser digno de estudio en Escuelas del ramo.
Dirigido por Phil Grabsky, explora a través de entrevistas con expertos, pasajes bíblicos y un extenso archivo visual de reconocidos autores, la tremenda influencia del cristianismo en la historia y sociedad occidentales, y en la historia personal de cada uno, sea creyente, practicante, agnóstico o ateo.
Aunque el documental se centra mayormente en la evolución de la pintura y la escultura de referencia en relación a la Pascua, es perfectamente extrapolable a otros artes, sobre todo al Noveno, que le sirve de vehículo. Son innumerables las películas, series, novelas, cómics etcétera influidos por motivos religiosos y la vida, milagros y sufrimiento de Cristo.
Una figura que encarna los (buenos) valores que caracterizan, en sus mejor versión, a Occidente: resiliencia, lealtad, amor, fraternidad y superación, independientemente de que se crea o no en ella.
‘Tenemos que comprender dónde hemos estado, para comprender hacia dónde vamos’, señala, acertadamente, una de las expertas entrevistada en el documental.
‘La Pasión en el arte’ nos trae una parte muy importante de nuestra historia.
Una historia que debemos conocer y explorar, además de maravillarnos con el puro valor artístico que ha dado, sin lugar a dudas, obras capitales del arte universal.
En estos tiempos convulsos, hay que mirar atrás, aprender, y prepararse para el futuro.
Lo mejor: su faceta puramente didáctica, carente de motivos aleccionadores.
Lo peor: la sobriedad, a veces excesiva, puede restarle interés.
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