Miranda Wells es una joven viuda trabajadora que lucha por criar sola a sus tres hijos. Una tormenta poderosa trae un desafío devastador y un hombre misterioso, Bray Johnson , a su vida. En solo unos pocos días, la presencia de Bray vuelve a encender el espíritu de la familia, pero él lleva un secreto, y ese secreto podría cambiarlo todo.
A nadie se le escapa a estas alturas la gravedad por la que la humanidad, en términos globales, está sufriendo. De lo universal a lo regional, y de aquí a lo individual, para llegar al convencimiento de que esta situación parece escaparse de nuestras manos de seguir como hasta ahora. Cuando todo parece desmoronarse como nunca hubiéramos imaginado aparecen oportunistas títulos cinematográficos que intentan brillar como un rayo de esperanza, para invocarnos hacia una fe que puede estar, sencillamente, en nuestras manos.
Andy Tennant (‘Hitch: Especialista en ligues’, ‘Ana y el rey’, ‘Por siempre jamás’), es el director y guionista -junto a Rick Park (‘Por siempre jamás)-, responsable de llevar a la gran pantalla la adaptación del famoso best seller de Rhonda Byrne. La obra escrita en sí viene a ser un libro de autoayuda y de positivismo vital sobre cómo atraer la plenitud y la felicidad, y más en momentos de dificultad. De hecho, la filosofía de esta gurú de las buenas vibraciones consiste en promulgar, bajo el logo de un rimbombante sello lacrado, la manera de buscar el karma bueno en toda interacción con la realidad a lo largo de la historia y mediante leyes pseudo-físicas.
“Vivir la vida como si todo fuera un milagro” es la máxima que se transmite a lo largo de todos sus fotogramas. Nueva Orleans, acostumbrada cada vez más a la devastación por fenómenos naturales atribuibles a la ingesta desmesurada de la sociedad moderna, es el escenario ideal para que una joven viuda con gran atracción por lo cenizo tome unas clases de economía doméstica. Inundada por las deudas y también por la lluvia, sea dicho de paso, conoce fortuitamente al “último hombre honrado” sobre la faz de la tierra, sin hablar en ningún momento de ciencia ficción.
Katie Holmes (‘La dama de oro’, ‘Batman Begins’, ‘Retrato de April’), al igual que su personaje, asume el rol de una demacrada y ajetreada madre de tres hijos que lucha por subsistir en el duro trajín del día a día. Con cierto paralelismo sobre su maltrecha carrera en la vida real y sin recurrir a la cienciología, decide tomar un respiro y ponerse en las generosas manos tuteladas por una especie de ángel de la guarda, interpretado por Josh Lucas (‘Le Mans ‘66’, ‘El coro’, ‘Los mejores deseos’). Ambos conectan y funcionan bien en la gran pantalla como si de un buen telefilme de sobremesa se tratara. Atracción inesperada en base a la teoría del imán y basada en conducir los pensamientos a una realidad para que las cosas vayan a mejor.
‘El secreto. Atrévete a soñar’ derrocha y rebosa bondad en el drama, y romanticismo en la desgracia. Luce un positivismo mediático a mitad de camino entre “una serie de catastróficas desdichas” y “esta casa es una ruina”. Pero sobre todo eleva la mirada al peso y las leyes del universo para intentar averiguar qué quiere decirnos: “¿si no sabes lo que quieres cómo vas a pedirlo…?”.
Para quienes tocan fondo y son tan buenrollistas pensando que solo cabe salir a la superficie. Pastelera, dulzona y blandita… como si de un toffee de café con leche se tratara.
Lo mejor: el buen sabor que te deja, el buen rollo… lo dicho, de confitería.
Lo peor: su aplicación para tantos dramas con los que convivimos a diario.