En mayo de 1940 Francia afronta el desastre militar de la invasión alemana. Mientras que el primer ministro Pétain está dispuesto a rendirse y negociar con Hitler, el general De Gaulle apuesta por continuar la lucha y resistir. Este objetivo pondrá en peligro la vida de muchas familias francesas, incluida la del propio De Gaulle. Su mujer y sus tres hijos se ven obligados a huir ante la llegada de los nazis.
El aluvión de cine documental y biopics que están viendo la luz en las salas, aprovechando el hueco dejado por grandes compañías que no quieren mermar sus ingresos ante la presente crisis sanitaria, nos permite viajar por la historia para conocer grandes figuras que han podido marcar su tiempo. y el venidero.
El militar y estadista francés Charles De Gaulle, instigador de la resistencia del país cuando ya había claudicado en favor de un armisticio frente a la invasión nazi, es el principal motivo de esta ilustre revisión que propone su director, el documentalista bélico Gabriel Le Bomin. Ayudado en el guión y los diálogos por Valérie Ranson-Enguiale, el perfil que propone la película se ajusta a los sucesos acaecidos en el año 40. El país está a punto de ser intervenido por Alemania, y entre militares y políticos, nadie parece ponerse de acuerdo para acabar con la invasión.
‘De Gaulle’ se centra en ese preciso momento histórico, de los muchos que protagonizó el general antes y sobre todo después de animar al ataque y coordinar la resistencia. Y para hacer más atractivo el argumento, expande su punto de vista hacia la familia del personaje: su mujer y tres hijos. Éstos tienen que abandonar el hogar como millones de personas en un éxodo cuando todo se hunde. Él ha de permanecer en pie mientras negocia con Churchill la coalición en la fase previa a la contienda mundial.
Lambert Wilson (saga ‘Matrix’, ‘La clase de piano’), se pone en la piel del primero coronel y luego general, y aunque no lo consigue abordar con un aire heroico, sí le da un sentimiento mucho más familiar. Los flashbacks recurrentes sirven para completar una silueta mucho más humana. Sobre todo por la motivación e inspiración hacia la pequeña Anna, una niña “frágil y fuerte”, por parte de ambos progenitores.
Isabelle Carré, Olivier Gourmet y Tim Hudson, entre muchos, conforman esta gran producción que cuenta con una bella fotografía, adorable banda sonora y magnífica ambientación de época.
‘De Gaulle’ salva Francia por los pelos y también la producción, dicho sea de paso. Mientras él cuida a los hijos de la patria, su esposa protege a los propios, aunque ya conocemos para quién va la gloria. Y aunque busca “infundir en las tropas el deseo de vencer”, logra despertar en el espectador el ánimo de apreciar, al menos, una pequeña parte de la biografía de Charles De Gaulle. De ahí a equipar al personaje con Alejandro Magno o con el mismísimo Napoleón, va un mundo tanto en lo histórico como en el resultado final.
Lo mejor: la lucha de poder que se plantea entre el rancio estamento militar y la cúpula política de la nación.
Lo peor: que no sea un proyecto más ambicioso para mostrar la grandeza y las circunstancias. Más lejano queda en el tiempo ‘El oficial y el espìa’ y por contra logra un mayor interés por su argumento.