Cuando el trabajador no cualificado Martin Eden conoce a Elena, la hija de una rica familia de empresarios, es amor a primera vista. La joven refinada y culta no tarda en convertirse en una obsesión para Martin, que espera que sus sueños de convertirse en escritor lo ayuden a superar sus humildes orígenes y le permitan casarse con Elena. Con mucha determinación y superando grandes dificultades, Martin se propone obtener la educación que su clase social le ha negado. Martin encuentra apoyo en un amigo mayor que él, el intelectual de izquierdas Russ Brissenden, y no tarda en integrarse en círculos socialistas. Esto no solo le lleva a asumir un compromiso político y a desarrollar actitudes destructivas, también crea un conflicto con Elena y su entorno burgués.
Inspirado un tanto libremente sobre la obra homónima del escritor californiano Jack London, que a su vez es la más autobiográfica, ‘Martin Eden’ habla de una romántica época de aventuras. Si bien sus dos icónicas novelas “La llamada de lo salvaje” o “Colmillo blanco” han llegado al gran público por las abnegadas aventuras y por el carisma de protagonistas cánidos, aquí el mismo escritor desarrolla su potencial para describir cómo logró fraguar el autor que llegó a ser.
El documentalista Pietro Marcello (‘Bella y perdida’), dirige su segunda obra de ficción con cierto aire de nostalgia de los grandes cineastas italianos. Esta adaptación, escrita al igual que su anterior película junto a Maurizio Braucci (’Passolini’, ‘Calabria’, ‘Gomorra’), recuerda mucho al estilo de Visconti, Leone e incluso de Coppola (aunque americano), a la hora de crear al personaje embutido en una época concreta. Desde sus inhóspitos orígenes hasta el ocaso de sus biografías, y en este caso entre la Segunda Revolución Industrial y el Socialismo anticapitalista del primer cuarto del siglo XX.
‘Martin Eden’ es un marinero proletario que va dando tumbos hasta que se enamora de una joven procedente de familia de gustos refinados que no ve bien dicha amistad. Luca Marinelli (‘La vieja Guardia’, ‘La gran belleza’), da vida al autodidacta escritor quien, en su osadía, pretende enfrentar sus “palabras contra el mundo” en el que vive. Su interpretación lleva todo el peso del largometraje, y cuando es consciente del poder de la cultura, enarbola la educación para la inteligencia y el progreso social.
Jessica Cressy, Denise Sardisco, Vincenzo Nemolato, Carmen Pommella y Carlo Cecchi acompañan a lo largo de sus andanzas instructivas y finalmente políticas al artista devorado por sus ideas.
En sus más de dos horas de metraje, Pietro Marcello utiliza planos mirando a cámara a modo de franca confesión, imágenes antiguas en blanco y negro o coloreadas como retrato de una época de desengaño y un tanto convulsa. Habla de la evolución, la esclavitud del proletariado y el individualismo. En esta “fábula de la princesa y el marinero” convertida en una especie de “Pigmalión” masculino, se habla de la perseverancia de un personaje hecho a sí mismo en una época histórica previa a la Gran Italia.
‘Martin Eden’ es un claro homenaje al cine clásico y a sus excelsos directores que marcaron la historia del séptimo arte de este país. Parafraseando a su aventurero de las letras, “un cuadro que de lejos se ve muy bonito y en el que de cerca solo se aprecian manchas”. Todo depende de la perspectiva que se utilice. Un película bastante recomendable para quienes deseen combinar el relato romántico, algo aventurero, con la superación personal del estatus social que le vino dado y la lucha de clases.
Lo mejor: la inocencia y originalidad de sus bellas imágenes como soporte interpretativo de la gran actuación de su protagonista.
Lo peor: que se busquen erróneamente emocionantes aventuras y estas acaben pregonando teorías sociales o políticas entre el socialismo y el individualismo.