Anne Walberg es una “celebrity” en el mundo de los perfumes: crea fragancias y vende su increíble talento a muchas empresas. Es una diva, egoísta y temperamental. Y no necesita a nadie. Tras unos cuantos chóferes, Guillaume aguanta con ella más de una semana y acompaña a la artista en su ardua tarea. Mientras Guillaume va aprendiendo en qué consiste este trabajo tan específico de “crear perfumes”, Anne va suavizando su carácter de diva. Un choque entre dos mundos muy diferentes que crea una relación disparatada y divertida a la par que totalmente inesperada.
Resulta curioso que en ocasiones no sepamos apreciar alguno de los sentidos de los que disponemos en nuestras vidas hasta que empiezan a flaquear o simplemente desaparecen. Parecía inverosímil, en los comienzos de la pandemia, que de pronto fallase el gusto y/o el olfato como síntomas de un malestar generalizado. Quienes han pasado por esta experiencia de insipidez inodora saben muy bien a qué me refiero. Y aunque es evidente que no tiene las consecuencias de la falta de la vista, el oído o del tacto, sí se produce la sensación de que nuestro ser no está completo.
‘Perfumes’ habla de esos dos sentimientos infravalorados en un mundo de aromas comercialmente sobreestimados. Si bien es cierto que los bebés no vienen de París, tampoco el origen de las fragancias es francés, aunque sí lo haga este título con cierto buqué de comedia y pinceladas de drama pegadas a una nariz.
Grégory Magne (‘L’air de rien’), escribe y dirige esta historia de aromas cruzados en la que sus protagonistas enmascaran los tufos de sus propias vivencias con la misma realidad que les toca vivir.
Emmanuelle Devos (‘La número uno’, ‘El tiempo de los amantes’), interpreta a Anne, una experta combinadora de texturas odoríferas, algo arrogante y desde luego poco sociable, que necesita de los servicios de un chófer y no mucho más. En esa introversión se topará con Guillaume (‘La última lección’, ‘L’air de rien’), el personaje del actor Grégory Montel, un padre necesitado de un empujón en la vida para poder disponer de las condiciones necesarias y hacerse cargo de la parte que le corresponde de su hija.
La relación profesional entre ambos hace despertar los sentidos adormecidos y prestar atención a otras circunstancias más banales pero suficientemente indispensable en el día a día.
‘Perfumes’ es una comedia instructiva que logra evocar olores impregnados en lejanos recuerdos de la memoria. Es tierna y agradable. Y a la vez enseña que “la gente es algo más que un olor”, donde todos tenemos un talento oculto que podemos explotar o potenciar para relacionarnos con los demás. Un interesante encuentro para rematar un año ciertamente atípico, inhóspito e impredecible de comienzo a fin.
Lo mejor: la relación que establecen ambos protagonistas y la descripción de una labor fría que desencadena tantos sentimientos.
Lo peor: la excesiva frialdad de Emmanuelle Devos para su personaje, te deja un tanto fuera de lugar ya que no se sabe si está trabajado así por prescripción o por necesidad.