Ambientada en Irlanda a mediados de los años noventa, Eddie y Amber deciden fingir una relación para evitar que todos especulen sobre su orientación sexual. Eddie está ansioso por entrar en el ejército como su padre, mientras que Amber sueña con mudarse al centro liberal de Londres. Sin embargo, su arreglo “ideal” comienza a desmoronarse, lo que obliga a Eddie a profundizar en su propia negación. Es entonces cuando Amber se da cuenta del peligroso futuro que le espera a su mejor amigo si ella no interviene.
La adolescencia es esa maravillosa etapa en la que reina la confusión por todo lo nuevo a descubrir. Los primeros ligues, besos, amores, los deseos, o simplemente dejarse llevar por lo que salga; las primeras formulaciones para erigir el carácter sobre cómo querer ser persona… o tan sencillo como la ausencia de lo descrito antes. Tal vez demasiados condicionantes para unas neuronas obligadas a crecer en el mundo de los adultos y a tomar decisiones precipitadas en un tiempo precioso de la vida.
Lo que para los mayores puede ser una opción simple y consecuente (luego la realidad es bien distinta), para quienes atraviesan el fabuloso mundo que hay entre la infancia y la juventud puede suponer una batalla interior y exterior de vital importancia. O igual no, así de caprichosa puede aparentar ser la naturaleza.
Verlo a toro pasado puede tener su punto un tanto cómico, pero también sirve de orientación para quienes se vean inmersos en esta peculiar tragicomedia de la vida misma.
‘Dating Amber’ es una bonita historia de verdadera amistad. Al principio un tanto interesada, pero felizmente instructiva y aleccionadora. Lo importante es ser uno mismo, o al menos pretenderlo.
David Freyne, salta de su primer largometraje de zombis (‘The Cured’), a este de adolescentes raros en los que se sitúan nuestros dos amigos y protagonistas. Raros, pues están bastante salidos, mucho más de lo que se podría entender como natural a esta edad, e incapaces de asumir una normalidad diferente de la suya propia, frente a la homosexualidad o el lesbianismo.
Sí, Eddie y Amber tienen que lidiar con sus propias vidas de cara al patio de recreo de un alumnado paleto y laxo. Todo ello enmarcado en un colegio religioso en medio de la década de los noventa y en una Irlanda todavía dividida pero esta vez en decidir si es más de Blur o de Oasis.
Fionn O’Shea (‘El día que vendrá’, ‘Handsome Devil’), y Lola Petticrew (‘Here Are the Young Men’, ‘Un bombo en el camino’), ponen cara al verdadero valor de la amistad. Aquel con el que ríes, lloras, sufres cuando no estás cerca, compartes el silencio y los anhelos, te das cual eres y te encuentras sin más. Sus actuaciones son sencillamente naturales. Mientras el “novio fingido real” aclara sus ideas, ambos viven en su mundo ideal tan distante de los universos de adultos y de las estrellas fugaces de los compañeros. Dos interpretaciones muy dignas por parte de los jóvenes protagonistas.
Con una buena ambientación y una playlist de temas musicales de la época, David Freyne construye un argumento repleto de apego y afecto en el que solo Amber y Eddie parecen ser normales. Aunque la doble moral de “funcionar como es debido” y de “camuflar las emociones” únicamente puede llevar al lugar más querido, “se trata de ti”.
‘Dating Amber’ no solo es divertida, sino que transfiere el interés de jóvenes de cualquier edad a cualquier condición o inclinación, ya no solo sexual, sino emocional.
Lo mejor: el tono fresco, natural, y sentido que aporta la pareja principal de actores.
Lo peor: que no hay que irse a los noventa ni a Irlanda para encontrar similitudes actuales.