Una mujer, después de perderlo todo durante la recesión, se embarca en un viaje hacia el Oeste americano viviendo como una nómada en una caravana. Tras el colapso económico que afectó también a su ciudad en la zona rural de Nevada, Fern toma su camioneta y se pone en camino para explorar una vida fuera de la sociedad convencional, como nómada moderna.
La crítica más corta que he escrito en mi vida podría ser la de esta película, resumida en: ‘Nomadland’ es una obra de arte.
Frances McDormand y la directora Chloé Zhao están en la cúspide (o no, cualquiera sabe) de su genio, y su película es tan profundamente bella, humana, desgarradora, melancólica, íntima, emotiva, esperanzadora y rica como grande es el Séptimo Arte en su versión más incontestable, profunda y significativa.
‘Nomadland’, no solo habla de Estados Unidos, del sueño americano y todas sus fisuras; va mucho más allá.
‘Nomadland’ puede tocarnos la fibra a cualquiera de nosotros, inmersos en una Sociedad de promesas tantas veces rotas, sueños incumplidos y la esperanza de un mañana mejor, nuestra innata lucha diaria por ver el sol pese a todas las sombras, y encontrar nuestro lugar en el mundo.
Es absolutamente imposible no conmoverse con esta película.
Lo que es más difícil: es imposible no conmoverse con una película que no tira por el camino fácil, por la lágrima fácil, sino que lo hace a través de las desventuras vitales de seres humanos creíbles y bien construidos, en un entorno tan bello como a veces hostil, donde se dejan cosas atrás para terminar, por fin, avanzando, unidos.
Relatos filmados por Zhao con tremendos temple y maestría; aderezados por la excelente fotografía de Joshua James Richards y la banda sonora de Ludovico Einaudi.
Y, por encima de todos (muy complicado, cuando se vuela a tan tremenda altura), está ella, la inigualable Frances McDormand, en el enésimo papel de su vida.
McDormand es una potencia interpretativa muy por encima de cualquier premio (todos los que se lleve son y serán merecidos) capaz de derretirte el alma con una sola mirada. Una mirada de tal profundidad que encierra un universo, un nuevo y pequeño gran catálogo de seres y estares, como dirían otros insignes.
Esta magnífica mujer, Fern, es pura resiliencia, fuerza, alma y espíritu arrolladores.
No hay adjetivos suficientes para describir el papel que nos regala. Todos se quedan cortos cuando ELLA inunda la pantalla, y cuadra un círculo perfecto de maravillosa dirección, excelentes secundarios, impecable producción y una maravillosa historia de PERSONAS que quieren otra Sociedad, alejada de la ‘Sociedad’ que nos han vendido.
Termino como empecé.
‘Nomadland’ es una obra de arte. De obligado y feliz, y triste, y desgarrador, y esperanzador (y tantas otras sensaciones y sentimientos) visionado.
Lo mejor: TODO.
Lo peor: perdérsela.
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