En Sin Remordimientos de Tom Clancy, el origen de la historia del héroe John Clark, uno de los personajes más populares del universo Jack Ryan, un marine de los Navy Seal descubre una conspiración internacional mientras busca hacer justicia por el asesinato de su mujer embarazada. Cuando un escuadrón de soldados rusos mata a la familia de John Kelly (Michael B. Jordan) en represalia por su participación en una operación secreta, este comenzará a perseguirles a toda costa. Uniendo fuerzas con una compañera de los Navy SEAL (Jodie Turner-Smith) y con un extraño agente de la CIA (Jamie Bell), la misión de Kelly destapará de manera involuntaria un complot encubierto que amenaza con llevar a Estados Unidos y a Rusia a la guerra. Dividido entre el honor personal y la lealtad a su país, Kelly tendrá que luchar contra sus enemigos sin piedad para evitar el desastre y revelar las poderosas figuras que están detrás de la conspiración.
Cualquiera que conozca un poco la vida y obra del escritor, sabrá que el filón del canon Clancy va mucho más allá de la literatura: cómics, videojuegos, películas y series de televisión se han sucedido a lo largo de los años, con Jack Ryan como personaje más reconocido en la pequeña y gran pantalla (encarnado por Alec Baldwin, Harrison Ford, Ben Affleck, Chris Pine y John Krasinski), y The Division y la extensa saga Rainbow Six en el mundo del videojuego.
John Kelly (después John Clark) es otro de esos personajes de la factoría Clancy con todas las señas de identidad marca de la casa: marine, recto, letal, efectivo, con cabeza, patriota… Un héroe americano que tanto gusta al público estadounidense y al que, para variar, los azares del destino le llevan a meterse en un complot internacional que llama a la guerra entre Rusia y Estados Unidos (sí, ahí estamos todavía).
Más allá de que, como un álbum de Ac/Dc, acercarse a Clancy es saber perfectamente qué vas a ver, ‘Sin remordimientos’, peca de excesiva sobriedad.
Stefano Sollima (inolvidables sus creaciones ‘Gomorra’ y ‘Suburra’), factura una película extremadamente competente y artesanal, pero carente de corazón, tensión y el fuego de una venganza como la que vende (humo) el argumento.
La supuesta venganza de John Kelly (Michael B. Jordan sostiene la cinta con facilidad, pero parece que la desgana generalizada afecta también a su personaje) es de todo menos ‘sin piedad’.
Kelly es un soldado experto, un cirujano de la muerte, y cada enfrentamiento de acción que plantea Sollima se resuelve sin pena ni gloria, como el que va a comprar el pan. En ningún momento tememos por la vida del personaje, ni disfrutamos como deberíamos la masacre de los malos de turno.
No hay ni un solo minuto en las casi dos horas de metraje que nos corte la respiración, porque la realización de Sollima es tan de cumplir la papeleta con el Imperio Clancy, que sabemos desde el principio qué es lo que va a pasar (no ayuda tampoco la elección del casting. Entre otros, lo de Guy Pearce se ve venir a kilómetros) y, cuando la cosa llega al final, las pretensiones de franquicia nos importan más bien poco.
A lo largo de la historia de las adaptaciones de Clancy, varios directores y guionistas (aquí tanto Taylor Sheridan como Will Staples cumplen con su cometido, eso sí, con cero alardes) han demostrado que plasmar la visión del mundo del autor no está reñido con divertir a la audiencia en el camino.
‘Sin remordimientos’ no es una película de acción; ni mucho menos un thriller; tampoco es un dramón ni una intensa película de espías.
‘Sin remordimientos’ se queda a medio camino de todas partes en su afán (y ahí cumple con creces), de hacer los deberes sin molestar a nadie.
Ya puede mejorar John Clark en su siguiente aventura para que no escojamos jugar a cualquier ‘Rainbow Six’ o revisitar cualquier otra película anterior del Clancyverso. Desde la soberbia ‘La caza del Octubre Rojo’, hasta la descafeinada (pero no tanto como la que nos ocupa) ‘Jack Ryan: operación sombra’.
Lo mejor: Sollima es un artesano.
Lo peor: pocas venganzas hay más aburridas que ésta.