Chico ama a chica. Chica ama a chico. Chico y chica tocan juntos en una banda de jazz y están a punto de partir de gira, pero chica anda baja de ánimos y su voz se resiente. Así que chico invita a pasar unos días en su casa a chica 2, la ex de ambos, el tercer vértice de un triángulo amoroso que se mantuvo en pie durante un tiempo pero se rompió. abruptamente dos años atrás.
Pese a todas las reflexiones (tanto académicas como casuales) sobre el amor, el deseo, la convivencia y la naturaleza de las relaciones, poco sabemos aún de los designios del corazón, la pasión y el instinto, que nunca dejan de sorprendernos.
Cuestiones donde la mente, tan a menudo, se descontrola, en favor de un conjunto de sentimientos, deseos y anhelos desbocados.
‘Ma Belle, My Beauty’ nos habla de la naturaleza del amor, la devastadora fuerza del deseo y los trágicos sinsabores de la ruptura, donde cada participante tiene su punto de vista, su vivencia de cómo los acontecimientos terminaron en un punto aparentemente sin retorno.
Sea una relación heterosexual, homosexual, poliamorosa o cualquier otra dentro de ese larguísimo etcétera del mapa relacional.
El primer largo de Marion Hill se crece, sobre todo, en el retrato del trío protagonista.
Dos mujeres y un hombre creíbles, imperfectos, envueltos en una espiral donde el amor en bruto se mezcla con el egoísmo, las expectativas frustradas o alcanzadas a pesar de; tres barcos que, como la mayoría, vagan sin rumbo fijo por el océano de la vida.
Envueltos en el idílico paisaje de la Provenza (la cinta tiene más alma francesa que yanqui, aunque es una coproducción), Hannah Pepper, Idella Johnson y Lucien Guignard se reencuentran, para volverse a perder, juntos.
En los papeles secundarios, destaca la imponente presencia de Sivan Noam Shimon, que viene a poner el cuarto ingrediente adicional a esta mezcla de altas y bajas pasiones.
Pese a pecar de un exceso de autocomplacencia narrativa, un ritmo demasiado contemplativo para el escaso metraje y clarísimas referencias visuales mil veces vistas, ‘Ma Belle, My Beauty’ es una digna ópera prima que coloca a Hill en una excelente posición de salida para futuros trabajos significativos.
Lo mejor: el trío protagonista.
Lo peor: no termina de arrancar.
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