‘Érase una vez en Euskadi’ ópera prima de Manu Gómez, se presentó en la 69 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián el 22 de septiembre dentro de Gala de RTVE en el Kursaal.
Manu Gómez es también el guionista de esta emotiva historia que escribió inspirándose en los recuerdos de su infancia en el País Vasco. La película está producida por Beatriz Bodegas, La Canica Films (“Tarde para la ira”) y será distribuida en cines por Entertainment One.
Los protagonistas de esta película son 4 niños, Asier Flores (“Dolor y Gloria”), Aitor Calderón (“Que Dios nos perdone”), Miguel Rivera (“Dos amantes”) y Hugo García, y están acompañados por consagrados actores como Luis Callejo, Marian Álvarez, Vicente Vergara, Pilar Gómez, Vicente Romero, María Isasi, María Alfonsa Rosso, Arón Piper, Yon González, Ruth Díaz, Josean Bengoetxea.
“Érase una vez en Euskadi” es una producción de La Canica Films S.L.U. y Érase mi cuadrilla La película A.I.E. con la participación de Historias del Tío Luis, con la participación de RTVE y EITB, con la financiación del Gobierno de España. ICAA, con la colaboración de Crea SGR y Diputación Foral de Gipuzkoa.
En palabras de Manu Gómez, “nací y viví en Mondragón (Guipúzcoa) en mayo de 1973… Soy hijo de inmigrantes granadinos y nieto de aquellos que perdieron la guerra civil. Esta historia es un pequeño trozo de aquella infancia. Una infancia tan feliz como característica… El paso del tiempo me ha empujado a escribir esta película y relatar parte de unos acontecimientos cuyo recuerdo se ha implantado en mí tan fuertemente como la necesidad de contarlos…”
Y qué mejor lugar para el director que presentar su película en el entorno del Festival de cine de San Sebastián.
Euskadi 1985. El colegio ha terminado, por fin llegan las ansiadas vacaciones. Marcos y sus 3 amigos, José Antonio, Paquito y Toni, reciben expectantes la llegada del verano, un verano prometedor sobre todo porque a sus doce años poco importa dónde, ni cuándo, ni cómo. Recorrerán las horas en el laberinto que la vida les ha deparado, en una Euskadi antigua, luchadora, convulsa. Un laberinto de paredes grafiteras, donde rebotan las pelotas de goma y los sueños de libertad; cubierto de un cielo gris prefabricado en cooperativas, donde la muerte y la vida ya no mantienen relaciones formales.