Historia de amor de una pareja que decide convertir el final de la vida en una celebración de la amistad, el amor y la felicidad que han podido compartir juntos. La pareja decide emprender un viaje por carretera para volver a ver a amigos y familiares y visitar esos lugares que recorrieron en el pasado. A medida que avanza su viaje juntos, abordan sus planes de futuro, descubren sus secretos y ponen a prueba su amor como nunca antes lo habían hecho.
Leyendo con detalle la sinopsis oficial de la película, poco más se puede añadir a una bella y dura trama como la que se plantea en esta ocasión. Vivir es lo que tiene… incontables momentos de felicidad y numerosas situaciones muy difíciles de encajar. Una enfermedad degenerativa no solo la soporta la persona paciente sino cuantas le rodean y le tienen afecto y cariño. Una auténtica prueba de vida para poder marchar lo más tranquilo que se pueda y sobre todo en paz.
En la segunda película del director y guionista Harry Macqueen (‘Hinterland’), describe con tremenda sensibilidad la fase previa al dolor y sufrimiento de una pareja en el duro momento en que la fortaleza de su amor y cariño sufre tamaño revés. Rodada con gran respeto y mucha sencillez, y dejando que sus protagonistas exterioricen sus sentimientos, logra alcanzar la fibra sensible del espectador.
Stanley Tucci (‘The Lovely Bones’, saga ‘Los juegos del hambre’, ‘The King’s Man: La primera misión’), interpreta a Tusker, un conocido escritor al que le han diagnosticado una demencia irreversible. Su capacidad creativa se ve mermada al tiempo que avanza su deterioro. Borradores de su próxima entrega, que de páginas anotadas pasan a ser párrafos y textos inconexos difíciles de encajar.
A su lado, su gran amor y apoyo, Sam. Colin Firth (‘El discurso del rey’, dos primeras entregas de Kingsman, ‘Love Actually’), representa la pareja abnegada, un pianista célebre que renuncia a la música con el fin de proporcionar los mejores cuidados en estos momentos cruciales.
Ambos sostienen la trama con un pulso fabuloso, innegable y con la solvencia de sus mejores caracterizaciones. Te llevan a la duda, a el qué haría yo en su lugar, a cómo lo encajaría. Sin necesidad de recurrir fácilmente al dolor visceral. Con sensibilidad, sin sensiblería.
La mejor opción es mostrar a los personajes en un fascinante viaje en autocaravana por la naturaleza otoñal. Imágenes y parajes idílicos para este excepcional momento en sus vidas. Momentos de intimidad del uno para con el otro, de amor, cariño, paciencia y tesón. Donde hay capacidad para las bromas como ‘la hora de la demencia en BBC 4’ y confesiones, reflexiones, y sugerencias para el acercamiento de la hora de la desconexión.
‘Supernova’ es un magnífico trabajo que nos acerca en primera persona a los pensamientos y sentimientos de quienes sienten el miedo de apagarse. Un GPS con voz de profesora colegial a modo de ayuda al desorientado y a quien se pierde en la inutilidad del ser al final de la propia vida. El olvido de las cosas importantes y sobre todo el peso de la carga.
Lo mejor: los dos protagonistas, en una historia redonda llena de amor y sensibilidad.
Lo peor: la reflexión interna que provoca el alcance del drama en nuestras propias vidas, al menos aquí se trata de ficción.