Por primera vez en la historia cinematográfica de Spider-Man, nuestro héroe, vecino y amigo es desenmascarado y, por tanto, ya no es capaz de separar su vida normal de los enormes riesgos que conlleva ser un superhéroe. Cuando pide ayuda a Doctor Strange, los riesgos pasan a ser aún más peligrosos, obligándole a descubrir lo que realmente significa ser Spider-Man.
Desde que Sony y Marvel Studios llegasen a un acuerdo (que se ha demostrado tremendamente lucrativo) en torno a las apariciones cinematográficas del arácnido integrado en el MCU, hemos visto crecer al joven Tom Holland como Peter Parker, y poco a poco se ha ganado su sitio en la Casa de las Ideas, desde el alivio cómico que fue en ‘Capitán América: Civil War’, hasta un más que plausible líder para los futuros Vengadores tras la muerte de Tony Stark.
Ya veremos qué depara el futuro de un nuevo grupo vengador pero, mientras tanto, estamos de enhorabuena con la satisfactoria conclusión de la Trilogía en solitario de nuestro amigo y vecino que supone ‘Spider-Man: No way home’.
Tras los acontecimientos de ‘Lejos de Casa’, Peter está lidiando con las consecuencias de que su identidad sea conocida por todos, y los problemas legales y sociales que acarrea.
La tercera entrega no abandona el estilo juvenil y festivo de las anteriores, potenciando el humor y el tremendo carisma de todos los personajes.
Pero aquí, la franquicia del Trepamuros se oscurece por momentos, dejando muy claro que todo gran Poder conlleva una gran responsabilidad, y que los actos tienen, siempre, consecuencias.
El Spidey de Holland ha crecido con la audiencia, y ‘No way Home’, no pierde de vista que Peter, MJ y Ned se dirigen a marchas forzadas hacia la edad adulta, donde la jungla del instituto palidece en comparación con los guantazos que nos da la vida..
‘Spider-Man: No way home’ es la mejor película de esta nueva hornada.
No solo por su dinamismo, la sucesión de cameos (donde brillan, como no podía ser de otra manera, el inmenso Willem Dafoe y otros dos que no vamos a mencionar aquí pero todos los que hayan visto la película se imaginarán) que unifica universos y el agradecido fan service que va más allá de meter cosas para que quede chulo.
Tampoco por su puesta en escena, la excelente banda sonora y un montaje muy cuidado que ponga cierto orden en el caos.
Lo mejor de ‘No way home’ es que capta a la perfección el espíritu del Hombre Araña.
Peter Parker es así, y será así siempre, aunque los caminos que ande sean diferentes.
Como toda película, no es perfecta, pero sí valiente, consciente de su enormidad y decidida a celebrar la gran fiesta que supone abarrotar una sala de cine, fidelizar a la audiencia, arrancar risas y aplausos y, en definitiva, celebrar la magia del cine como puro entretenimiento.
Lo mejor: nuestro Peter ha crecido.
Lo peor: no darles más minutos en pantalla a ya sabemos quienes, tras esas apariciones tan magníficas.