Ambientada en la ciudad portuaria inglesa de Dover. Mary Hussain se encuentra repentinamente viuda tras la inesperada muerte de su marido. Un día después del entierro, descubre que él tenía un secreto a solo veintiún millas al otro lado del Canal de la Mancha, en Calais.
La puesta de largo detrás de las cámaras de Aleem Khan, que también firma el libreto de ‘Después del amor’, supone todo un descubrimiento.
Un marido tiene una doble vida. Nada nuevo bajo el sol.
Cuando muere, su mujer se entera de lo sucedido, poniendo una vida literalmente dedicada a su marido patas arriba, e iniciando un viaje de descubrimiento personal y agonía vital.
‘Después del amor’ es una película hipnótica, humanista y reflexiva, que se crece gracias a poderosas imágenes evocadoras y la tremenda interpretación de Joanna Scanlan en la piel de Mary, uno de los personajes más complejos vistos en los últimos años.
Scanlan nos regala un sinfín de miradas, microexpresiones y ademanes de angustia, desolación, arrepentimiento y tristeza que llenan la pantalla, complementando a un guión sólido, realista y muy trabajado, que entrelaza las vidas de ambas mujeres y el hijo de una de ellas, creando unos lazos que, al final (la escena que pone fin a la cinta es, simplemente, una lección de cine), las completan pese al sufrimiento provocado por un hombre cobarde.
Otra joya del cine británico que aterriza en nuestro país.
Lo mejor: la excelente interpretación de Joanna Scanlan.
Lo peor: nada que valga la pena señalar.
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