Primer trabajo como directora de la actriz y cantante Charlotte Gainsbourg. Se trata de un retrato íntimo de su madre, la también artista Jane Birkin, y de la relación que ambas mantienen, y que no siempre ha sido todo lo fluida que ambas hubiesen deseado. A través de la cámara, se exponen mutuamente en un diálogo inédito, íntimo y universal, dejando paso a una relación maternofilial que ahora empieza a alzar el vuelo.
La relación maternofilial siempre es complicada, incluso en los mejores momentos.
El estreno detrás de las cámaras de la polifacética Charlotte Gainsbourg profundiza en la relación con su madre, la afamada Jane Birkin, en un repaso íntimo y sentimental de las vidas de ambas, en la parte alejada de los focos donde todos afrontamos las decisiones de nuestras vidas.
El documental ‘Jane por Charlotte’ se centra en las conversaciones entre madre e hija, donde desgranan retazos de su relación y sus vidas, con reconocimiento, naturalidad, alegría y algún que otro poso de arrepentimiento y amargura.
Una reflexión profunda y con escasos filtros (lo que adereza el relato dotándolo de cierta provocación que todos los artistas tienen en su interior) que, despojada del contexto de la fama, es tan universal como cualquier relación madre-hija.
Es fácil identificarse con las palabras, sensaciones y sentimientos de ambas mujeres que, con la edad, han aprendido a reconocer aciertos y errores, madurando para encontrar la mejor versión de sí mismas y la relación que mantienen, siempre unidas, por otro lado, por un sólido vínculo forjado desde la gestación.
‘Jane por Charlotte’, es un documental imprescindible para cualquiera que conozca y haya experimentado las vicisitudes de las relaciones en general y, las maternofiliales en particular.
Lo mejor: todos podemos identificarnos.
Lo peor: nada que valga la pena señalar.