El RFF, Russian Film Festival, cierra su edición en España con casi 23.000 espectadores.
Un coloquio con actores, productores y directores participantes en el festival pone el broche de oro a la edición 2022 del RFF.
La tercera edición del RFF, Russian Film Festival, se ha saldado en nuestro país con un éxito de público. Casi 23.000 cinéfilos han disfrutado de la oferta cinematográfica de este festival. La película más vista ha sido «Estoy adelgazando«, dirigida por Alexey Nuzhny, una comedia sobre la búsqueda de la armonía y la aceptación de uno mismo que, indudablemente, ha llegado al corazón de muchos espectadores.
El RFF se ha celebrado en la plataforma de streaming Cineclick, entre el 7 y el 28 de noviembre. Las proyecciones de películas rusas bajo la marca Russian Film Festival están organizadas por ROSKINO con el apoyo del Ministerio de Cultura de la Federación Rusa.
Un coloquio de cine
El broche de oro de esta edición del RFF lo ha puesto un coloquio online entre varios de los profesionales del cine involucrados en el festival. Sergey Kornikhin, productor de “Estoy adelgazando” y «Efecto colateral», Natalia Konchalovskaya, directora de «La primera nieve», Sergey Osipian, director de «Retrato de un extraño», Alexandra Sarana, productora de «La primera nieve», y Vera Kolesnikova, actriz protagonista de «Realidad reversible”, han intercambiado impresiones acerca de la realidad del cine actual, tanto en Rusia como en el resto del mundo.
El coloquio, ha ofrecido una visión muy enriquecedora de los puntos en común y las diferencias que podemos encontrar entre el cine ruso y el internacional.
Para Alexandra Sarana, la principal peculiaridad del cine ruso frente al europeo es la cantidad de oportunidades de ensayo y error que este ofrece a los debutantes. Por su parte, Vera Kolesnikova ha destacado las diferencias presupuestarias y ha subrayado la repercusión que tiene en el cine europeo el hecho de contar con presupuestos más amplios, algo que mejora las condiciones de trabajo, gracias a la abundancia de recursos formativos y de apoyo. No obstante, ha insistido en que la involucración del equipo en una misma dirección es un factor clave, ya que “se puede hacer una película con mucho dinero y que no tenga alma”.
La financiación de nuevos proyectos ha sido otro de los aspectos tratados durante el coloquio. El director Sergey Osipian, que además es profesor de la Escuela de Cine de Moscú, ha señalado que el paso por una escuela de cine no solo aporta una base formativa y experiencia profesional, también ayuda a establecer relaciones que pueden abrir puertas en un futuro. Además, ha destacado la importancia de participar en festivales internacionales y, dentro de ellos, en los laboratorios de guionistas, algo fundamental para labrar una base profesional que avale futuros proyectos ante posibles inversores.
En el ámbito más creativo, Sergey Kornikhin y Natalia Konchalovskaya, han destacado la importancia del guion por encima de la idea. Para Kornikhin, es fundamental que el guionista sepa desarrollar la idea y que conecte con ella, que haga suyo el guion para ser capaz de transmitir emociones al espectador. Por su parte, Konchalovskaya ha hecho hincapié en la necesidad de mantener la mente abierta para permitir que otro, desde fuera, lea tu guion y aporte un punto de vista que lo enriquezca.
Para terminar, los participantes del coloquio han compartido algunos consejos para aquellos profesionales que quieran dedicar su vida al cine, tanto si salen de una escuela profesional, como si se despierta en ellos una vocación tardía. Ver mucho cine y muchas series es fundamental para crear un criterio propio, rodar mucho, aunque sea con pocos medios, es clave para encontrar una voz y una forma personal de expresarse y, por último, observar a otros profesionales y estar receptivo ayudará a elegir un género y una línea expresiva.