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‘Ant-Man y la Avispa: Quantumanía’, sin tiempo ni espacio

A quienes informan sobre el mundo cinematográfico y lo aman tanto que no son capaces de apagar el móvil durante la proyección de un pase de prensa.

Los superhéroes Scott Lang y Hope Van Dyne regresan para continuar sus aventuras como Ant-Man y La Avispa. Junto con los padres de Hope, Hank Pym y Janet Van Dyne, y la hija de Scott, Cassie Lang, la familia va a explorar el Mundo Cuántico, interactuando con nuevas y extrañas criaturas y embarcándose en una aventura que los llevará más allá de los límites de lo que creían posible.

Fase nueva, vida nueva. ‘Ant-Man y la Avispa: Quantumanía’ da el pistoletazo de salida de este quinto y nuevo período de aventuras heroicas basadas en los personajes de la Casa de las Ideas para la gran pantalla. Quince años desde que ‘Iron Man’ volase por los aires cualquier intento de igualar tan caudalosa y longeva franquicia, con permiso de George Lucas.

Marvel Studios continúa preparando el relevo generacional. Es una de sus máximas preocupaciones para animar al nuevo público a seguir las andanzas de sus productos. Pero también ha abierto la caja de los truenos, y no ha sido Thor precisamente, con lo que se denomina “el multiverso”: una especie de excusa para modificar cualquier línea argumental sin afectar demasiado a las características del héroe. Desde que Spider-Man y el Doctor Strange lo abrieran, todo es posible.

Una de las decisiones más acertadas de la compañía consiste en mantener a los directores, en la medida de lo posible, al frente de las diferentes entregas. Tal es el caso de Peyton Reed, que demostró sobradamente tomar las riendas del hombre hormiga en los dos anteriores capítulos. Resuelve muy bien la evolución de los personajes y los trata con el humor al que nos tiene acostumbrados. Y además añade un espectacular despliegue técnico para desarrollar la fantasía que necesita el guion de Jeff Loveness (nuevo en estas lides), sobre la obra de Jack Kirby. Se agradece, y mucho, la buena dosis de suspense inicial para desencadenar el rumbo de esta nueva acción épica.

Si en anteriores episodios el clímax tendía hacia la epopeya universal en las estrellas, ahora es lo mismo pero en los infinitos universos diminutos. Del macro al microcosmos. Eso sí, con un villano rico en matices y a la altura de las circunstancias, interpretado por el resolutivo Jonathan Majors.

Paul Rudd, Evangeline Lilly, Michelle Pfeiffer, Michael Douglas y Kathryn Newton (esta última se incorpora como nuevo fichaje en el rol de la hija de Scott), forman el súper equipo, dotado de excelente química, frescura en la acción y desenvoltura en los acontecimientos. Sin duda, el director despliega toda su imaginería en torno a este Vengador y su familia. También destacan otras apariciones más o menos cuestionables que igual se deben a su fandom, y que omitiremos aquí para no destrozar cualquier efecto sorpresa referente a otras entregas cinematográficas, televisivas o de los cómics.

‘Ant-Man y la Avispa: Quantumanía’ se adentra un poco más en el Multiverso, ese extraño concepto en el que Indiana Jones podría cruzarse por el camino con Han Solo en sus diferentes variantes interpretativas. El todo vale. Una mezcla de Star Wars en el Mundo Cuántico… y el caso es que Marvel consigue que funcione y recupere el interés narrativo, llegando a disfrutar de la película con gran eficacia.

Lo mejor: ese batiburrillo de conceptos, el despliegue de fantasía mezclado con una trepidante acción, y la comicidad bien resuelta. ¿Qué más se puede pedir a estas alturas…?

Lo peor: que te pueda dar la sensación de saltar entre películas del emporio Disney, eso sí, prescindiendo de clásicos dibujos animados.

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