Cuenta la verdadera historia de Mamie Till Mobley y su incesante búsqueda de justicia para Emmett, su hijo de catorce años, asesinado en 1955 mientras visitaba a sus primos en Misisipi. En el conmovedor recorrido de Mamie su dolor se convierte en acción, demostrando el poder universal de una madre para cambiar el mundo.
Al igual que hay personas que pasan por la vida truncando las ajenas, tenemos la necesidad de que la fortaleza de quienes resurgen del dolor provocado inspiren al resto de la humanidad con la débil esperanza de que no se vuelva a repetir.
Por desgracia, continúan produciéndose con demasiada periodicidad asesinatos enmascarados como homicidios supuestamente involuntarios por el abuso de poder de algunos miembros de las fuerzas públicas norteamericanas, y sobre todo algunos estados que enarbolan las diferencias como razón natural de ser. Pero no nos equivoquemos, no hay país alguno que se libre de esta lacra desigualitaria.
Desde el punto de vista cinematográfico, hay miles de ejemplos que ilustran esta citada tensión racial. Desde ‘Matar a un ruiseñor’, pasando por ‘12 años de esclavitud’, o la abanderada ‘Arde Misisipi’, e incluso ‘Django desencadenado’, ‘Figuras ocultas’ o ‘Green Book’. La violencia y la discriminación suelen ser denominadores comunes.
El dolor de una madre cuando tiene que dar sepultura a un hijo (con independencia del color de su piel), no tiene nombre. Tal vez por la crueldad del momento contra natura, o por resistirnos a asumir tal posibilidad. Algo que la protagonista de ‘Till – El crimen que lo cambió todo’ supo reflejar a la perfección.
Danielle Deadwyler, actriz principalmente televisiva que se pone en la piel de Mamie Till Mobley, ofrece una interpretación sensorial mucho más que revanchista. Tras el fortísimo duelo, da la cara y anhela la justicia, una justicia que sabe nunca llegará. Una pequeña gota en el inmenso océano. Tal vez hubiera estado acertado que este biopic mostrara la posterior labor educativa que ejerció como maestra sobre tantos jóvenes hacia la igualdad de oportunidades. Pero su directora y guionista Chinonye Chukwu (‘Clemency’), ha preferido centrarse en el suceso que desvela el mismo título de la película.
Whoopi Goldberg (’El color púrpura’), interviene como productora y actriz en la película, ejerciendo de abuela en esta crónica de una muerte previamente desvelada. Y destaca también el joven Jalyn Hall como ese cariñoso y tierno hijo que navega desafortunadamente hacia un mundo de odios y linchamientos.
‘Till – El crimen que lo cambió todo’, viene a ser una toma de conciencia sobre un pasado reciente que afecta muy directamente al presente social de la comunidad negra norteamericana. Una película muy bien interpretada, construida con mucho respeto, y con una perfecta escenografía. Una excelente oportunidad para reflexionar sobre todas esas conductas reprobables para cualquier sociedad.
Lo mejor: las interpretaciones, el respeto por el personaje retratado y el interés que suscita la cinta.
Lo peor: que omita gran información visual sobre el carácter de su protagonista, y tan solo se ciña al evidente amor y cariño que profesaba por su hijo.
Comentarios
Post relacionados
