Adaptación al cine de la serie «Los vigilantes de la playa». Narra la historia del esforzado socorrista Mitch Buchannon (Johnson) y su choque de carácter con un bravucón socorrista novato (Efron). Juntos, descubren una trama delictiva local que amenaza el futuro de la Bahía.
Si tuviera a Seth Gordon, director de este reboot, delante, me encantaría hacerle una sola pregunta: ¿lo hiciste aposta?.
Si respondiera: ‘Sí, quería partirme la caja de la serie y destrozar conscientemente todos y cada uno de sus casposos pilares’, entonces no tendría más remedio que quitarme el sombrero ante su película.
Pero ¿y si respondiera ‘No’? ¿Qué hacemos con él entonces?.
‘Baywatch’ es una parida. Y está orgullosa de serlo.
Orgullosa de ser retrógrada, zafia, estúpida. Orgullosa de sus tetas y sus culos, sus pectorales y abdominales; sus rescates imposibles y las pullas que el macho alfa Mitch le lanza al machito alfa Efron.
Orgullosa de mostrar y decir, a través del medallista olímpico descerebrado y bocazas Matt Brody, que va enumerando todas las tonterías del show televisivo, los sinsentidos de todo lo que debería hacer la policía, y no una panda de socorristas que, en lugar de salvar gente ocasionalmente y, sobre todo, vigilar que nadie se queme, atragante o intoxique, van de fuerza de élite con chanclas.
Si todas las tonterías del siempre carismático Mitch y su equipo son conscientes e intencionadas, entonces ‘Baywatch’ aprueba justita, pero aprueba.
Si Seth Gordon, Dwayne Johnson o cualquier otro involucrado aquí piensan, ni por un segundo, que la trama delictiva (con Priyanka Chopra en el papel de la villana más vista del mundo), rescates, romances etcétera de la película se deben tomar en serio… entonces que se lo hagan mirar, pues el fracaso sería absoluto.
Lástima no poder sentarme contigo, Seth.
Me encantaría hacerte la dichosa preguntita y alegrarme por ti, o darte por perdido, dependiendo de la respuesta.
Lo mejor: parodia sin cortarse a una serie digna de ser parodiada.
Lo peor: si esto iba en serio, apaga y vámonos.