August Pullman es un niño nacido con malformaciones faciales que, hasta ahora, le han impedido ir a la escuela. Auggie se convierte en el más improbable de los héroes cuando entra en quinto grado del colegio local, con el apoyo de sus padres. La compasión y la aceptación de sus nuevos compañeros y del resto de la comunidad serán puestos a prueba, pero el extraordinario viaje de Auggie los unirá a todos y demostrará que no puedes camuflarte cuando has nacido para hacer algo grande.
Una de las principales verdades en las que se basa ‘Wonder’ es en la idea de que nadie es normal. Y mucho menos puede serlo un niño de diez años que desde el momento de su nacimiento ha tenido que ser intervenido en 27 ocasiones para intentar reproducir cierto aspecto de normalidad. Hospitales, convalecencias, médicos, pruebas y nuevas cirugías, por decir algo, durante diez años no puede ser del todo normal para nadie.
Por otro lado, además del propio afectado, está cómo lo lleva la familia. La madre abnegada que lo deja todo para poder atender los cuidados del niño; la hermana que nunca protesta porque ha quedado relegada; o el padre que siempre intenta aportar el lado más positivo que se le pueda encontrar a la propia vida.
Nadie es normal.
A los niños no se les da bien disimular sus propias mezquindades. De los adultos mejor ni hablar. Para superar todos esos miedos a ser diferente siempre estará la fantasía de cada uno en particular. Pero para ser un héroe del colegio hay que salir del escondite y mostrar la auténtica naturaleza ante los demás.
‘Wonder’ está basada en la propia novela del ilustrador gráfico R.J. Palacio y llevada a la pantalla con gran acierto por el director y guionista Stephen Chbosky (‘Las ventajas de ser un marginado’), porque además de centrarse principalmente en los personajes infantiles, consigue ofrecer excelente una panorámica del resto de roles que sujetan la historia. Y lo ilustra con las diferentes perspectivas de narración en primera persona sobre cómo perciben las vivencias y cómo les afectan al microcosmos circundante, aportando una empatía inusual con cada uno de los jóvenes papeles. Cuenta con un guion fuerte y sabiamente atado por parte del propio director, y por Steve Conrad y Jack Thorne.
El pequeño Jacob Tremblay (‘La habitación’) lleva todo el peso de la producción bajo un maravilloso maquillaje y la impresionante caracterización que deja completamente deslumbrado al espectador. Un padawan de colegio oculto bajo una escafandra de astronauta. Le acompañan jóvenes actores que despuntan para tiempos venideros como son Noah Jupe, Millie Davis o Izabela Vidovic.
Por la parte adulta, Julia Roberts y Owen Wilson son los padres de Auggie y su hermana Via, que se enfrentan con el lógico temor a que su protegido hijo comience a volar en la vida. Destaca el magnífico rol del director del colegio, interpretado por Mandy Patinkin, que relaja y pone orden en un pequeño mundo de cazadores y presas, como es el del acoso escolar.
‘Wonder’ es una preciosa historia que habla de la amistad y de la superación contada con gran originalidad a modo de capítulos centrados y contados por los mismos personajes juveniles en los que aportan su particular visión de lo que les sucede.
“Las arrugas son el mapa de donde hemos estado” -le dice en cierta ocasión la madre-, “a veces está bien esconderse un poco”. Esta “maravilla” de película trata de encontrar ese lugar del mundo que todos nos merecemos. Y lo cuenta en un sutil lenguaje para que todos lo entendamos.
Lo mejor: la excelente interpretación del niño Jacob Tremblay, que con un maquillaje impresionante transmite toda la fuerza del papel que ha logrado adaptar a su propia medida.
Lo peor: los personajes adultos quedan relegados y eclipsados por la potencia juvenil, pero es que se trata de una de las mejores caracterizaciones de los últimos tiempos. Algo así como la de ‘El hombre elefante’ en versión infantil.