Basada en la novela bestseller de St John Greene, la película cuenta la historia de Singe y Kate, una pareja de North Somerset, cuyas vidas cambiaron por completo cuando a Kate le diagnostican cáncer de mama incurable. Durante sus últimos días, crea una lista donde plasma sus pensamientos y recuerdos para ayudar al hombre al que ama a crear la mejor vida posible para sus dos hijos cuando ella no esté.
La historia real del propio escritor, sus vivencias, anhelos y frustraciones, por la pérdida del ser más querido, puede suponer motivo de ánimo para el resto de personas que, tristemente, en similares circunstancias convivan con el dolor irreversible de la enfermedad y de la muerte. Canalizar todo el aluvión de sentimientos puede servir de válvula de escape para continuar viviendo cuando aparentemente ya no queda nada.
‘Cuando yo no esté’ es un drama anunciado desde su propio título. Un manual de instrucciones sobre cómo convivir con la enfermedad, superarse en los momentos difíciles, afrontar la pérdida y cubrir la ausencia desde el recuerdo.
Niall Johnson (‘Secretos de familia’), traslada de modo eficaz las palabras del autor en imágenes que cuentan una bella y a la vez triste historia, sobre cómo una madre prepara a su marido e hijos para cuando ya no esté, tras no lograr superar el irreversible cáncer.
Desde su comienzo, con la idílica estampa de la pareja y los dos niños disfrutando de un solitario día de playa en el condado de Somerset, va saltando en el tiempo para contar cómo fueron los primeros encuentros y cómo encajaron los golpes que la enfermedad les iba ofreciendo. Un paisaje idílico y, a la vez, frío y desolador.
La fortaleza de una mujer, Kate (interpretada por Emilia Fox en su madurez y por Sophie Simnett en su juventud), es sorprendente por su tremenda vitalidad y por dejar todo preparado para su larga ausencia.
“Besa a los niños dos veces cuando yo ya no esté” es la primera regla, de las muchas, que va dejando a su marido en pequeños pósits y notas para mantener viva su presencia y recuerdo como parte indivisible de la familia.
Rafe Spall (‘Jurassic World: El reino caído’, ‘El ritual’), interpreta al autobiógrafo que homenajea a la mujer de su vida, desde sus primeros encuentros (Ross McCormack en la versión joven), hasta pasado el desenlace, repasando momentos repletos de enormes alegrías y las consabidas tristezas.
‘Cuando yo no esté’ es una película limpia, como el azul celeste del cielo, irrumpido por las estelas de algunos aviones que se cruzan y que van desapareciendo de la vista que no del sentimiento. Habla de la dureza de regresar a casa, sin ella, con niños pequeños, y de aprender a rehacer la vida destrozada.
Pero sobre todo es tierna, llena de cariño y con mucha fuerza vital, que sobrelleva todas la fases de la enfermedad. El drama pasa por los diferentes estadios desde la detección, las consultas médicas, la esperanza, el tratamiento, la evolución, las pruebas, la quimio… Hasta pedir permanecer “junto a los peluches un ratito final”.
Recuerdos engarzados en tréboles de cuatro hojas acumulados durante una vida, que animan a continuar hacia adelante con la memoria siempre presente para nunca quedar atrás en el olvido.
‘Cuando yo no esté’ es un auténtico manual elaborado como si se tratase de una versión escrita de ella para seguir las indicaciones y superar la muerte.
Lo mejor: no pretende aleccionar, solo describir una bonita historia de amor y de lucha, un canto a la vida y a saber apreciarla. Y lo cierto es que no te deja demasiado desasosegado.
Lo peor: que parece casi un homenaje sin más hacia la figura de ella muy particular del propio escritor hacia su pareja desaparecida a precio de película, sin llegar a tener demasiada trascendencia para personas que puedan encontrarse en situación similar.
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