Cualquier persona aficionado o no al séptimo arte recuerda alguna toma o cierto momento de alguna película con la que se ha sentido identificado, o bien que queda en la mente por la espectacularidad del suceso en concreto. Dentro de todos los géneros existentes, sin duda, las películas de acción y aventuras son las preferidas por gran parte del público joven, que busca disfrutar de efectos especiales sorprendentes y de tramas muy dinámicas.
La duda que siempre surge al ver un film de este tipo, es si las escenas en las que se basa la película son reproducibles en la vida real o son meramente parte de la ficción. Por ello, un reciente informe de Betway analiza mucha de estos momentos míticos del cine.
En total se analizan doce escenas, que a muchos aficionados al cine les resultarán del todo familiares. Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal, La Jungla 4.0, Muere Otro Día o Dos Policías Rebeldes 2, inciden en esta idea de la verosimilitud de algunas de sus escenas. Muchas de estas películas también están incorporadas en artículos que incluyen las mejores listas de películas de acción, como la publicada por el diario El País.
El caso de la película protagonizada por Martin Lawrence y Will Smith, segunda parte del film homónimo, el momento en el que se decide el desenlace tanto del largometraje como de los protagonistas es digno de análisis.
Se produce una situación complicada para los dos policías. Se encuentran en un campo de minas, y a uno de ellos (Will Smith) le apunta el terrorista con una pistola a la cabeza. Todo da un giro para el espectador, y tras lanzar una pistola sobre una mina, ésta se detona y acaba con la vida de otro terrorista, dando la oportunidad a Marcus (Martin Lawrence) para poder acabar con el terrorista que apunta a su compañero con un tiro en la cabeza milimétrico.
Todo ello, es una escena que queda marcada en la mente de los espectadores, por la improbabilidad de la misma. Al analizar este punto con un retirado del ejército de los Estados Unidos, Andrew T. Klotz, se puede incidir más en todos los aspectos referentes a la posibilidad de que este hecho se produjera en la vida real. Una mina antipersona está pensada para dañar a la persona que caiga con su peso sobre ella, pero en la mayoría de los casos nunca acabaría con la vida de dicho afectado. A esto hay que añadir que para que estos artefactos exploten debe caer sobre ellos un peso ubicado entre los 5 y los 16 kilógramos para que éstas se detonen.
Sin embargo, en Dos Policías Rebeldes 2 lo que activa uno de estos artefactos, es un lanzamiento de una pistola que pesa menos de un kilogramo, lo que hace dudar la verosimilitud de lo contado en esta película en la escena clave de la misma. En este caso la ficción supera a la realidad según los expertos.