Un día cualquiera, cinco personas que no se conocen, se quedan atrapadas en un ascensor de un gran edificio de oficinas. Muy pronto comienzan a suceder cosas extrañas y, poco a poco, se dan cuenta de que uno de ellos no es quien dice ser. Uno de ellos es el diablo.
Mézclese en una pócima todos y cada uno de los tópicos del cine de terror de los últimos años, ni una cara conocida (salvo el actor de color que salía en LA ROCA) entre un reparto que hace lo que puede con personajes más simples que el mecanismo de un botijo y tendremos «LA TRAMPA DEL MAL» vendida a bombo y platillo por estar basada en una historia de M. Night Shyamalan.
Y por personajes simples léase y entiéndase a:
1. El Actioner de turno del que desconfiarás,
2. El guarda de seguridad que lleva apenas dos días en el edificio y que, por supuesto, es de color, (Y todos sabemos lo que eso conlleva en una película de terror)
3. La mujer mayor histérica,
4. La chica guapa que se pone nerviosa enseguida y,
5. El graciosete que tiene todas las de morir.
Dudo que el señor Shyamalan tenga mucho que ver en todo esto. La idea de la historia pues si, está bien, pero es para un corto. Es cierto que el director indio no pasa por su mejor momento, pero no creo que sean achacables a él todas las culpas.
Por que el producto final es digno de televisión. De esas de sobremesa de las 4 de la tarde que tragas y olvidas en apenas cinco minutos de siesta. Solo un pequeño giro de guión a eso del final que une un par de piezas del rompecabezas que intenta ser hace que la cinta sea, simplemente, mala.
Originales títulos de crédito iniciales con la ciudad puesta del revés. Creo que fue lo más reseñable.
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