Durante la tercera Cruzada en Palestina, el capitán Trueno encuentra en las mazmorras de una fortaleza a un moribundo cristiano llamado Juan de Ribera, quien le encomienda la misión de devolver a España el Santo Grial, robado a una orden milenaria. Trueno, junto a sus inseparables amigos Crispín y Goliat, y una princesa vikinga llamada Sigfrid, tendrán que hacer frente a un malvado señor feudal y a sus “diablos” negros, que tienen atemorizada a la población de la baja Aragón.
Cuando vio la luz el tráiler de la adaptación cinematográfica de la obra de Víctor Mora,fueron muchas las críticas vertidas ante las primeras imágenes animadas de este héroe típicamente español.
Un avance mal montado (con inexplicables deficiencias en los efectos de sonido) que soltaba pinceladas argumentales de la historia y mostraba en carne y hueso a los queridos personajes de la Mitología del Capitán, presagiando lo peor.
Pese a su condición de Superproducción, ‘Capitán Trueno y el Santo Grial’,decepciona desde el comienzo,aquejando tres defectos capitales que la lastran: guión,dirección de actores y montaje.
Aunque el libreto de Pau Vergara busca condensar todos los lugares comunes de las viñetas, apenas se queda en la superficie, destrozando la dimensión mítica del capitán y sus entrañables compinches.Ninguno de los personajes pasa del trazo grueso,hecho que no ayuda a la televisiva dirección de Antonio Hernández,incapaz de insuflar vida a un héroe con historia e identidad propias.
La poca entidad del texto y la dirección de Hernández,minan aún más la desganada interpretación de los actores (TODOS sin excepción,fuera del tiesto) todo pose y en algunos casos (horribles composiciones las de Crispín y Goliath) ejemplos perfectos de un mal casting.
Quizás un punto por encima de ese telefilm trasnochado que fue ‘Águila Roja:La Película’, la cinta de Antonio Hernández no aprovecha el presupuesto y refleja la incapacidad congénita de nuestro cine para superar sus propios complejos.
Cuando el relato llega al final,el espectador ha experimentado todos los estados del hastío,preguntándose por qué un personaje de tanto calado como éste no ha recibido mejor trato.
Más pronto que tarde el Cine español tiene que dejar de mirarse el ombligo,superar la alambicada narrativa que lo caracteriza e intentar aprovechar los filones de oro que nuestra literatura ha parido.
Al fan de la obra de Víctor Mora,le recomendamos que mantenga su imaginación intacta y siga zambulléndose en el rico mundo de las viñetas del capitán.
Los demás,advertidos quedan.
Lo mejor:El intento (fallido,pero intento)de ahondar en la Mitología del Capitán.
Lo peor:Todo lo demás.
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