Con motivo de la celebración de la VIII edición virtual de los premios ATRAE y del séptimo premio Xènia Martínez, primera vicepresidenta de ATRAE, hemos podido entrevistar a Quico Rovira-Beleta, ganador de este premio.
¿Cómo empezaste a trabajar en traducción y adaptación para doblaje? Soy traductor y adaptador principalmente de cine, pero en realidad soy Licenciado en Biología y especializado en aracnología. A pesar de ser unos seres fascinantes, no llegaron a ser del todo lucrativos; por lo que mi padre, Francisco Rovira-Beleta, quien era director de cine, me sugirió que hiciera una prueba en el estudios de doblaje Sonoblok, de Barcelona, y así fue como comencé mi andadura en el mundillo, siendo mi primer trabajo como traductor y adaptador Rocky IV.
¿Cómo te preparas para hacer una traducción? El proceso original consistía en que una película, que ya estaba terminada, llegaba a los estudios de doblaje y éste seleccionaba al traductor y al equipo. Se comienza traduciendo el guion original al español, después el ajustador se encarga de adaptar la boca de los actores buscando las palabras más adecuadas para que no desentone y el público se olvide de que es un producto extranjero. Por último, el director de doblaje se encarga de dirigir a los actores, se elimina la banda de audio y se coloca la versión doblada.
Actualmente, con las nuevas tecnologías, se ha favorecido la piratería, por lo que la solución que adoptaron las productoras es la de hacer el estreno mundial. Por supuesto, esto afecta a la hora de hacer la traducción y el doblaje, que antes normalmente duraba alrededor de un mes. Ahora se envían guiones a medida que se van rodando las escenas; es lo que llamamos preliminar I, preliminar II, etc… y a partir del segundo o tercer guion preliminar se empieza a doblar. De esta forma se trabaja más y el proceso es más lento, pero es la forma de llegar a la fecha de estreno.
¿Cómo crees que está influyendo la pandemia?
Pues la verdad es que ha sido duro, sobre todo para el sector del cine, porque había muchas películas planificadas que al final no se han hecho. Así que el Covid19 ha supuesto un fuerte impacto para la industria cinematográfica.
¿Cuál ha sido tu proyecto favorito?
Tengo muchos, es difícil responder a esa pregunta, pero los que más me han marcado han sido ‘El nombre de la rosa’, ‘La princesa prometida‘, ‘Sentido y sensibilidad‘ y por supuesto las sagas de ‘Star Wars‘ y ‘Marvel’.
¿Cuál ha sido tu mayor reto?
Normalmente solemos compaginar varios proyectos, yo he llegado a tener hasta 5 diferentes, pero sin duda uno de los proyectos más complicados a los que me he enfrentado ha sido la película ‘Anonymous’, de Roland Emmerich, ya que aparecen siete u ocho obras de Shakespeare y había que conseguir mantener la rima de la poesía británica en inglés antiguo (el pentámetro yámbico) y por supuesto, no se pueden emplear las traducciones existentes, porque tienen derecho de autor; hay que hacer unas nuevas.
¿Crees que es poco conocida el área de traducción y doblaje?
Sí, creo que es un sector desconocido, pero en este caso, el anonimato es sinónimo de que un trabajo está bien hecho; ya que significa que el público ha conseguido entretenerse y no ha pensado que la película es extranjera. Si estuviese mal hecho, lo que se suele decir es “está mal traducida”.
¿Cómo ha sido recibir el premio Xènia?
Xènia era una muy buena amiga y para mí ha sido un doble honor recibir este premio; por un lado, que reconozcan mi trabajo después de tantos años y por otro, porque lleva su nombre. Por eso este premio tiene un doble significado para mí. Me ha hecho muchísima ilusión y me ha servido para descubrir la cantidad de gente que me aprecia, ha sido muy bonito. Es mi tercer premio ATRAE pero este es mucho más importante: es el premio de honor.
¿Han influenciado las nuevas formas de consumo de películas/series con Netflix, Prime Video, HBO…?
Por un lado, ha influenciado positivamente porque ha aumentado la oferta de películas subtituladas, y esto no significa que desparezca el doblaje, sino que el público tiene más opciones para elegir en cualquier momento. Por otro lado, es que el consumo es mucho más rápido; por ejemplo, se hacen maratones de series, lo cual no se hacía antes. Eso ha hecho que trabajemos con muchas más prisas que antes y por supuesto, la calidad se resiente. Pero desde luego es el futuro y como comentaba antes, las productoras se han adaptado y de ahí que se haya cambiado la forma de trabajar.