Tanjiro y Nezuko, acompañados por Zenitsu e Inosuke, se unen a uno de los espadachines más poderosos entre los miembros del Cuerpo de Matademonios, el actual Pilar de las Llamas Kyojuro Rengoku, con el propósito de hacer frente al demonio a bordo del Tren del Infinito. Lo que desconocen es que se están adentrando en una mortífera trampa tendida por Enmu, Demonio del Sueño y una de las 12 Lunas Demoníacas, en un tren con destino a la desesperación…
¿Por qué los japoneses son tan extremadamente beligerantes en sus épicas batallas cinematográficas…? La cultura manga del Imperio del Sol naciente es rica en recuperar retazos de su milenaria historia feudal. Imbatibles samuráis, divinidades cósmicas, honor en las contiendas, demonios ancestrales, destrucción y aniquilación, espadas legendarias… La serie manga “Kimetsu no Yaiba” (“Demon Slayer” en inglés, o “Guardianes de la Noche” aquí), de Koyoharu Gotōge es un claro ejemplo de ello. 23 volúmenes publicados desde el año 2016 que se convirtieron en 26 episodios de anime en el 2019, y en cuyos post-créditos finales se anticipaba el regreso a la trama del Tren Infinito.
Pues bien, no solo se ha cumplido tal promesa, sino que ha pulverizado la taquilla de cualquier película de animación en su país de origen. Que ya es mucho decir.
Uno de los secretos de tal éxito recae en Haruo Sotozaki como director tanto de la serie animada como de la película cinematográfica. Hecho que confiere una continuidad muy precisa al argumento original. Otro es que utiliza el mismo elenco de actores que ponen voces a sus personajes, algo muy apreciado en Japón por sus fieles seguidores.
“La voluntad humana es indestructible” para esta cuadrilla de caza-demonios. Después de haber pasado por los diferentes estadios de entrenamiento, los protagonistas se embarcan en el siniestro Tren del Infinito. Un medio de locomoción fantasmagórico que a modo de alegoría representa las penurias de la vida misma, mientras permanecen atados y atrapados en el sueño de los deseos.
Excelentes imágenes frente a monstruos horrendos que luchan a golpe de incombustible catana para que todos los humanos sobrevivan. Una auténtica escenificación de “la belleza de la mortalidad”.
‘Guardianes de la noche – Kimetsu no Yaiba – La película: Tren Infinito’, -largo título que se justifica para no descontentar ni un ápice a la legión de entusiastas-, cuenta con una magnífica animación para agradar a cualquier “otaku” que se precie, tanto en la versión editorial como televisiva. Además de incorporar un excepcional 3D (las escenas de la locomotora y los paisajes, por ejemplo), que se funde con las dos dimensiones a la perfección (los personajes y sus movimientos), incluye efectos visuales muy propios de las historietas gráficas, en las que cambian los formatos de sus protagonistas a tenor de situaciones curiosas y complejas, sin respetar las proporciones e incluso los diseños originales del cómic.
Y además construye un sólido argumento entre lo onírico y lo subconsciente, cuyo suicidio es la clave de la supervivencia de los héroes que no desfallecen ante el mal. La banda sonora de Yuki Kajiura y Go Shiina que acompaña la trepidante acción tiene sus antecedentes en la serie y la prosigue de manera épica para la ocasión, sin faltar el habitual (y comercial) tema de los créditos.
‘Guardianes de la noche…’ es impresionante, tanto para quienes conozcan su historia como quienes se acercan a ella por primera vez. De hecho produce esa sensación de insaciable curiosidad. Ahora bien, sus batallas sangrientas entre los héroes y los demonios gritando a todo pulmón se compensan con la ternura de las lágrimas cayendo como cataratas de los ojos de sus protagonistas. El honor de luchar y el mensaje de protección a los más débiles, hacen que merezca y mucho la pena el poder disfrutar con esta maravillosa joyita animada.
Lo mejor: la textura de la animación, la continuación de una gran aventura, y que para quienes desconozcan el contexto les sea fácil de seguir en todo su embrollo.
Lo peor: que su alta capacidad evasiva sea confundida con una película más de dibujos animados.