Relata a lo largo de tres días cómo es la vida de la monitora de fitness Sylwia Zajac, cuya presencia en las redes sociales y los medios de comunicación la han convertido en una celebridad. Aunque tiene cientos de miles de seguidores, está rodeada de empleados fieles e incondicionales y es admirada por todos sus conocidos, Sylwia tiene un claro objetivo: la búsqueda de su verdadera intimidad y conexión con el mundo. Tal vez se sienta sola, tal vez será una persona peculiar, pero al menos sabrá quién es.
Cada vez que una persona, por afán de notoriedad, por cuestiones laborales, por hedonismo, por necesidad de informar e incluso por puro egocentrismo público, cuelga de las redes sociales cualquier estado, ha de ser plenamente consciente de que su derecho a la intimidad se ve drásticamente mermado. Por ello, cuando alguien se dedica de manera profesional a publicar su propia vida bajo su única protección frente a los numerosos entusiastas que siguen sus pasos al segundo, en vivo y en casi directo, queda totalmente expuesto a la vorágine de la fauna social.
‘Sweat’ es un claro ejemplo con el que muchos de los denominados “influencers” encontrarán puntos en común. Subir y bajar, con esfuerzo y sudor (este es su título original), con constancia a coste de privacidad, y poniendo buena cara y mucha pasión. La recompensa, el baño de masas y un buen dinero. El precio, una soledad nada fácil de mitigar y la desprotección ante la vulnerabilidad.
En su segunda película como director y guionista, el sueco Magnus von Horn (‘Después de esto’), reflexiona sobre lo que se transmite en los nuevos medios digitales y su cara oculta sobre las estrellas mediáticas, a quienes la mayor parte de la gente está dispuesta a divinizar a golpe de “likes”. En su historia sigue y trasciende a una joven celebridad como monitora e instructora del culto al cuerpo. Interactuando con sus seguidores, en la intimidad de su soledad y en los sentimientos hacia su familia. Un día a día dedicado, casi en exclusiva y sin descanso, a cautivar la atención de su pequeña cámara instalada en el frontal de su móvil.
Magdalena Kolesnik (actriz polaca y principalmente televisiva), realiza un trabajo impecable adaptándose al perfil de una joven decidida, trabajadora, comprometida con mostrar a los demás las ventajas de desarrollar hábitos y ejercicios saludables. Una “trainer social” rodeada de adeptos y adictos, patrocinada por una realidad virtual que comparte desde su soledad. Destaca por su fortaleza, su sensibilidad en la alegría y la tristeza, mostrando todos esos momentos y sin saber muy bien discernir los límites de su personaje y de sus confidencias.
Una vida transcrita casi en riguroso directo con los peligros que ello conlleva, incapaz de superar lo personal de lo profesional, y carente de anonimato. Una celebridad (como la gran mayoría), cuyo mayor miedo es el de pulsar el botón de borrar su cuenta de Instagram y pasar a no ser nada, a desaparecer. El lado oscuro del glamour, del fitness y de los mirones 2.0, que contiene miserias y consecuencias de las que ninguna preparación previa ha sabido atajar. Precisamente por eso, por imprudencia e inconsciencia para darlo todo… o casi todo.
‘Sweat’ es profunda, reflexiva y sigue funcionando muy bien en la cabeza después de su proyección. A modo de advertencia, individual, social y también digital. Es muy interesante a todos los niveles, mucho más allá de su aparente superficialidad. Una excelente oportunidad para considerar a quienes ostentan autoproclamarse mártires de cualquier red social.
Lo mejor: su protagonista y la trama impuesta, muy buen argumento para una muy lúcida y solvente interpretación.
Lo peor: la ignorancia e inconsciencia del peligro en el que se puede incurrir cada vez que ofrecemos información gratuita cargándola en cuentas que ni nos pertenecen ni nos pertenecerán.
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