Jaime Reyes, recién licenciado, regresa a casa lleno de aspiraciones para su futuro, pero descubre que su hogar no es exactamente como lo dejó. En su búsqueda por encontrar su propósito en el mundo, el destino interviene cuando Jaime se encuentra inesperadamente en posesión de una antigua reliquia de biotecnología alienígena: el Escarabajo. Cuando el escarabajo elige a Jaime como huésped simbiótico, éste recibe una increíble armadura con poderes extraordinarios e impredecibles que cambiarán para siempre su destino y le convertirán en el superhéroe BLUE BEETLE.
Desde sus inicios con la controvertida ‘Man of Steel’, el DCEU ha pasado por una Odisea de crítica y público que, al final, ha desembocado en un triste final en las salas de cine.
A la espera del reinicio a manos de James Gunn, ‘Blue Beetle’ es la penúltima película (la última será la segunda entrega de Aquaman) de este ya extinto Universo, y la primera en presentarnos a un héroe latino como protagonista absoluto.
La película de Angel Manuel Soto es una carta de amor, respeto y reivindicación de todo lo que significa ser latino, sobre todo en Estados Unidos.
Durante su metraje desliza varios mensajes políticos, sociales y vitales de una Comunidad en constante lucha, con un marcado sentimiento familiar y el padecimiento de la cara oscura del mal llamado ‘Sueño Americano’. La familia Reyes desborda carisma, simpatía y humanidad, y sin duda trasciende todo lo demás que ocurre en la película.
Xolo Maridueña, Damián Alcazar, George Lopez y Adriana Barraza se roban el show, sobre todo cuando éste se pone íntimo, y no tanto cuando comienzan los fuegos artificiales.
Igual que ‘Black Panther’, ‘Blue Beetle’ reivindica un legado cultural, y esto es lo mejor de la cinta.
Pero el alma, corazón y respeto, no bastan, y ‘Blue Beetle’ patina como historia de orígenes.
No porque peque de incompetente en su realización, puesta en escena, producción o efectos visuales (con un presupuesto menor, luce mucho mejor que la reciente ‘The Flash’), sino porque cuando el Escarabajo entra en acción, no hay un solo momento en la película que no hayamos visto antes. El guión de Gareth Dunnet-Alcocer fusila sin piedad todos los tropos del género, y una gran cantidad de películas que ya han desfilado tras tantos años de capas y mallas.
Todo lo que pasa en ‘Blue Beetle’ se ve venir a kilómetros, con momentos que funcionan muy bien en animación (‘Los Increíbles’, ‘Coco’), pero en imagen real pecan de cartoon y te sacan de la película (esa Abuela con coletas, el tío pasadísimo de rosca); una villana tan cortapegada, desganada y desaprovechada que hubiera dado igual fichar a Susan Sarandon que a María Patiño, y un desenlace tan familiar que parece escrito por una IA que tanto está dando de qué hablar entre los huelguistas del Sag donde, también, hay guionistas.
El triunfo en taquilla ya no depende, al parecer, de criterios cinematográficos, y menos aún en este zumbado DC donde los ejecutivos son los peores villanos. ‘Blue Beetle’ debería llevar en masa a todos los latinos dentro y fuera de los Estados Unidos a las salas de Cine.
Porque les honra, aunque Angel Manuel Soto, Gareth Dunnet-Alcocer y los mandamaes que seguro habrán metido sus zarpas en el asunto, hayan parido una película tan poco original que hasta un espectador que no sepa nada de cómics pero se haya visto un cuarto de todas las pelis desde ‘Iron Man’, sepa perfectamente como va a empezar, desarrollarse y terminar la aventura del héroe latino.
Y esto, no es digno de celebración, ni digno de una herencia cultural que disfruta la mitad del planeta. Ni de un DCEU que, hasta el momento, pecó constantemente de dar bandazos como un carísimo pollo sin cabeza.
Lo mejor: la familia Reyes, y la representación latina.
Lo peor: es tan predecible. Taannn predecible.