Un maléfico peligro amenaza la Tierra: enloquecido por el poder, el brutal rey Hiperión ha declarado la guerra a los hombres. Después de reunir a un ejército sediento de sangre formado por soldados que él mismo mandó desfigurar, Hiperión quema Grecia mientras busca un arma de poder inconcebible: el legendario arco Epiro. El hombre que posea ese arco podrá liberar a los Titanes, que están encerrados en el monte Tártaro desde el principio de los tiempos, y claman venganza. Sin embargo, en manos de Hiperión, el arco significaría la destrucción de la raza humana y la aniquilación de los dioses. Pero, como la ley prohíbe que los dioses se entrometan en los conflictos humanos, nada pueden hacer para detener al rey. La esperanza renace cuando Zeus encomienda al campesino Teseo la misión de acabar con Hiperión.
El triunfo taquillero y crítico de ‘300’ supuso una nueva manera de ver el cine de acción y, sobre todo, el género épico. ‘Immortals’ bebe hasta la saciedad de éste film hasta casi situarse en el plano de secuela. Hay más acción que en ‘300’, más tías, más sangre… pero menos argumento. Y eso que la historia de Hiperión y compañía puede resultar mucho más interesante que una simple batalla en las Termópilas, pero para cuando todo tiene que acabar en un gran climax final… el espectador puede estar ya aburrido.
El film va de más a menos. Servidor, desconocedor de esta historia, empezó enganchado a la propuesta y a un Mickey Rourke convincente en su papel de malo, pero todo va perdiendo fuelle poco a poco. Ese Rourke, ¡Qué demonios! El tío se divierte (como Stephen Dorff) lo suficiente como para robarle un poco de protagonismo al próximo Superman Henry Cavill, que ni me atrajo ni sedujo. Bien sin más, y a esperarle a ver en ‘Man Of Steel’.
Y tal vez sea por el hecho de que Tarsem Singh esté desatado. Su anterior film (precioso por cierto) ‘The Fall: El Misterio de Alexandria’ fue tal éxito que recuperó el prestigio perdido por ‘La Celda’ (han transcurrido de hecho 6 años entre ambas). Así, Singh logra muchísima belleza en sus imágenes, pero una perdida constante del ritmo en lo que se cuenta. Se saca cada plano, cada escena de la manga que hace que su poderío visual sea espectacular. Muy bonito todo sí, pero ponte a contar la historia un poco majo. Que hay historia y parece buena además.
Así que ni bien ni mal, entretenida y punto. Si os parece un soberano coñazo lo entenderé completamente y si la amáis desmesuradamente… pues bien por vosotros, no encuentro demasiadas razones para volverla a ver (por muy guapa que sea Freida Pinto). Bien y punto. Y a otra cosa mariposa.
Lo Mejor: Los planos ‘made in’ Tarsem Singh.
Lo Peor: Tarsem Singh contando la historia, parece que le importa más bien poco.