Un hombre anciano recibe todos los años, por su cumpleaños, una flor enmarcada que cree enviada por el asesino de su sobrina desaparecida. Para investigar el hecho, contrata a Mikael Blomkvist, un desacreditado periodista financiero .Mikael pide ayuda a Lisbeth Salander, una inadaptada y violenta joven , cuyas aptitudes para la investigación sacan a la luz una oleada de asesinatos a manos de hombres que no aman a las mujeres…
Obviando la perturbadora y brutal presencia de Noomi Rapace en el papel de Lisbeth Salander, las adaptaciones suecas de la afamada obra de Stieg Larsson adolecían de tres problemas básicos: un Director que supiera dotar a la historia de calado cinematográfico, excesiva frialdad y,un diseño de producción anodino, demasiado cercano al telefilme.
Es evidente que en Hollywood no desaprovechan la menor oportunidad de hacer dinero, y la adaptación norteamericana era cuestión de tiempo.
Ésta es una de esas veces en las que la versión americana no solo supera con creces a su homónima europea, sino que potencia muchas de las lagunas de la obra de Larsson, que adaptadas literalmente ayudan muy poco a una traslación cinematográfica.
Por suerte para todos, tras las cámaras tenemos a David Fincher, experto en esto de dotar de entidad cinematográfica a una historia, provenga de donde provenga.
El ‘ Millenium ‘ de Fincher ( que calienta motores a través de la excelencia de unos inmejorables créditos iniciales ), ahonda en la oscuridad del ser humano, entretejiendo una trama medida a la perfección, donde las dos horas y media de metraje trascurren tan rápido que apenas nos damos cuenta de cómo Fincher sortea las dificultades del original literario con la soltura que se le presupone.
Ayuda mucho el ágil guión de Steven Zaillian ( experto en separar el grano de la paja ); también la adecuada atmósfera que nos atenaza ( atentos al torture porn made in fincher ), ensalzada por una Banda Sonora donde Trent Reznor y Atticus Ross nos regalan varios temas para el recuerdo.
Y, por si esto fuera poco, Fincher da en el clavo con todos y cada uno de los intérpretes. Rooney Mara hace suyo el papel de Lisbeth, poniendo tierra de por medio respecto a Noomi Rapace y exhibiendo una variedad de registros tan amplia como imprescindible . Daniel Craig (tan correcto como siempre) la acompaña en la aventura, donde no podemos olvidar a Christopher Plummer , Robin Wright o el mayúsculo Stellan Skarsgard, que aúna en su personaje toda la verdad de una Sociedad fría y llena de fantasmas, cubierta de una pátina de inamovible corrección política.
Lástima que ésta no sea la única versión cinematográfica de la obra de Larsson.
Pues, probablemente, el mayor problema para no figurar como otra de las grandísimas obras de David Fincher reside en la saturación de un escritor que, en los últimos años, hemos tenido hasta en la sopa.
Quién no se haya aproximado aún al oscuro mundo de Salander y Blomkvist, y se considere cinéfilo, tiene aquí una inmejorable oportunidad.
Lo mejor : David Fincher, implicado y a pleno rendimiento.
Lo peor : Estrenarse en un momento de saturación de Stieg Larsson.