Según su círculo de amistades, Menke había salido a caminar junto con su perro. Al no dar señales de vida ni regresar a casa a la hora habitual, alertaron a la policía y comenzó la búsqueda, que culminó con el hallazgo de su cuerpo sin vida.
Además de una trágica pérdida humana, ha sido una terrible baja cinematográfica: su valor dentro del mundo del celuloide era incalculable, ya que, además de una de las mejores editoras en activo, fue definitoria, no solo del estilo de la filmografía de Tarantino, sino de la concepción contemporánea del montaje. Ahora solo nos queda dedicarle un respetuoso “Descanse En Paz” a Sally y aventurar en qué medida cambiará la forma de Tarantino de plantear a nivel de edición sus films.