Tras pasar ocho meses en una institución mental por agredir al amante de su mujer, Pat vuelve con lo puesto a vivir en casa de sus padres. Determinado a tener una actitud positiva y recuperar a su ex-mujer, el mundo de Pat se pone del revés cuando conoce a Tiffany, una chica con ciertos problemas y no muy buena fama en el barrio. A pesar de su mutua desconfianza inicial, entre ellos pronto se desarrollará un vínculo muy especial que les ayudará a encontrar en sus vidas el lado bueno de las cosas.
Me encantan las películas románticas que huyen de todo tipo de estereotipos para ofrecer algo totalmente nuevo. Y si encima tienes a unos actores metidos de lleno en la historia es inevitable que el film te termine gustando. Eso es ‘El lado bueno de las cosas’.
En este film, entre otras cosas, tenemos a Robert DeNiro esforzado, llorando y muy creíble. Algo que no pasaba en años y muchos me dirán que su nominación al Oscar es exagerada. Lo veo más como un premio a recuperar a un actor al que casi dábamos por perdido años atrás.
Pero la esencia de toda historia de amor (en el fondo eso es ‘El lado bueno de las cosas’) es la química entre un sorprendente Bradley Cooper y una meritoria Jennifer Lawrence. Cooper está metido de lleno en la historia demostrando sus dotes para la comedia más allá de su personaje de juergas y despedidas de soltero. Cooper es el alma de la película y cuando mira a Jennifer Lawrence (entregada, magnífica y con margen de mejora) te sientes metido de lleno en la cinta.
Puede que sea la película más sencilla a nivel narrativo de David O. Russell, director de las estupendas ‘The Fighter’ o ‘Tres Reyes’, pero también es la que más al fondo llega del espectador por la entrega de sus actores. Además se saca varios recursos estéticos (como acercar la cámara de golpe y porrazo) tal vez más usados en el cine taquillero, pero que le dan un toque interesante. En todo momento me da la sensación de que el director se preocupa por el espectador, para que mantengas la atención y en ningún momento está ausente. Hay clase en el señor Russell, mucha clase. Ni me hizo daño ver a Chris Tucker por ahí.
Gran cinta y sería candidata a todo en la ceremonia de los Oscar. Cuidadito que puede dar la campanada.
Lo Mejor: Unos actores principales estupendos.
Lo Peor: No vi nada que me chirriase.